Serrat tiene miles de amores en cada puerto, los de su público, y ha decidido despedirse de todos ellos personalmente en un gira, que sabe que estará llena de melancolía, pero también de reencuentros, tras dos años de pandemia, en los que ha llegado a pensar que las circunstancias querían retirarle a la fuerza.
En una entrevista con el periodista del diario español El País Juan Cruz, el autor de «Mediterráneo» anunció que abandona los escenarios, pero no la música, porque su guitarra seguirá a su lado y es fácil que sigan surgiendo canciones que quizás grabe.
Un adiós que no quiere que sea «a la francesa», sino «con toda la ceremonia», como añadió en una segunda entrevista con Josep Cuní en Ràdio Barcelona, las dos únicas que concedió durante una jornada en la que periodistas de todo el mundo intentaron arrancarle unas palabras, pero él preferió refugiarse en su casa de Barcelona (noreste de España).
La ceremonia de la despedida empezará el 27 de abril de 2022 en el Beacon Theatre de Nueva York y acabará el 23 de diciembre en el Palau Sant Jordi de su Barcelona natal.
Bajo el título «El vicio de cantar. Serrat 1966-2022», este catalán universal recorrerá España y Latinoamérica durante una larga gira que durara todo el año.
«Mi propósito no es solo despedirme de todos aquellos que me han tratado bien a lo largo del tiempo, sino hacerlo en los sitios donde están», dijo Serrat a Cruz.
En esta misma entrevista reconoció que la pandemia ha tenido mucho que ver en su decisión, porque le impidió ejercer su oficio de cantar en público y tuvo la sensación de que las circunstancias le estaban alejando inevitablemente de la gente.
Su último concierto fue el 12 febrero de 2020 en el Wizink Center de Madrid, donde actuó junto a su amigo y compañero Joaquín Sabina, que sufrió una caída al foso y tuvo que ser hospitalizado.
Después llegó la pandemia y a Serrat no le gustó sentirse «despedido por una plaga», así que en cuanto, con la covid todavía activa pero más controlada, vio la posibilidad de volver a los escenarios, decidió organizar una gira ambiciosa y plantarse cara a cara ante las millones de personas que conforman su público, para expresarles su gratitud.
Serán conciertos alegres, augura, porque el cantante podrá volver a lugares llenos de recuerdos agradables que no pudo visitar durante la pandemia, pero también melancólicos, porque «el tiempo, que tantas cosas me ha dado, también me las ha quitado, y las pérdidas ya son muchas», dijo.
A sus 77 años de edad, próximo ya a los 78, Serrat lleva recorriendo el mundo con sus canciones más de medio siglo, tiempo en el que ha grabado más de 500 canciones y más de 40 discos.
Una carrera larga a la que decidió poner fin porque, «siguiendo las normas del Eclesiastés: hay un tiempo para cada cosa».
«No me voy porque me encuentre mal, esté desanimado o me aburra -afirmó-, me voy porque no quiero que sea otro quien decida por mí, ni una enfermedad, ni una pandemia».
La decisión está tomada, pero reconoce que va a ser difícil subir a un escenario sabiendo que es la última vez, por lo que ya se está preparando para hacer «un fuerte ejercicio de control» y conseguir que «a la gente no se le caiga la sonrisa de los labios» en todo el concierto.
En todo caso, parece claro que va a ser una gira llena de emociones, que ya empezaron a aflorar en las redes sociales nada más conocerse la noticia.
En pocas horas, su ‘hashtag’ se ha colocado en las primeras posiciones entre las tendencias de Twitter y, entre otras muchísimas personas, quiso expresar sus pensamientos y emociones el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, que le deseó en catalán «sort i encerts» (suerte y aciertos).