Espectáculos

Raquel Welch, se fue un símbolo sexual del cine que desterró el reinado de las rubias

De origen boliviano, la actriz estadounidense marcó el cambio más importante en la iconografía femenina, pues con ella se acabó el dominio de las rubias explosivas y comenzó una nueva época en el canon de belleza del cine de Hollywood

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Raquel Welch en sus años dorados

La actriz estadounidense Raquel Welch, símbolo sexual del cine de Hollywood en las décadas de los 60 y 70, murió a la edad de 82 años, según informó primero este miércoles 15 de febrero el portal de internet TMZ. La noticia fue confirmada por sus familiares, alegando que falleció “luego de una breve enfermedad”, sin agregar nada más.

Hace dos años, con motivo de haber cumplido 80 de edad, Welch, a quien en su momento declararon una de las 100 estrellas más sexys de la historia del cine, fue objeto de una semblanza sobre su vida artística y personal que hicimos para El Estímulo, en el marco de un reportaje sobre octogenarias famosas. Ahora, con motivo de su muerte, es oportuno recordarla.

La chica del bikini prehistórico

En las décadas de los años 60 y 70 fue una de las mujeres más famosas del mundo, pero Raquel Welch había dejado muy atrás su imagen de mito sexual para refugiarse en una vida discreta y alejada de los grandes focos. La películaHow to be a Latin Lover(2017), la producción televisivaHouse of Versace(2013) y una aparición puntual en 2012 enCSI: Miami,es lo más destacado que ha rodado en la última década esta actriz de origen latino, que fuera de las cámaras encontró el éxito como empresaria en marcas de belleza y de ejercicio físico.

Jo Raquel Tejada, que así era su verdadero nombre,nació en Chicago el 5 de septiembre de 1940, de madre anglosajona y padre, boliviano. Para más señas, eraprima de Lidia Gueiler Tejada, la primera mujer presidenta de Bolivia (1979-1980).

En Hollywood, al principio, no estaban precisamente de acuerdo con sus atributos naturales y además querían que se cambiara el nombre de Raquel por el de Debbie. Siempre trataban, a través del maquillaje, de aclararle el tono de la piel. Pero ella no deseaba ser una cara más, por lo que se negó en esos inicios a que le cambiaran los rasgos. Y la verdad es que le funcionó. Y de qué manera.

Antestomó el apellido del primero de sus cuatro maridos, James Welch, su novio del bachillerato, con el que tuvo sus dos hijos: Damon (1959) yTahnee(1961), nacidos antes de la película que la lanzó al estrellato definitivo.

Comenzó a abrirse hueco alboreando la década de los 60, primero con un diminuto papel enEl trotamundos (John Rich/1964), con Elvis Presley de protagonista y luego, ya con un rol menos intrascendente, enViaje alucinante(Richard Fleischer/1966). Pero su carrera despegó significativamente en su siguiente filme,Hace un millón de años (Don Chaffey/ 1966), una locura de la Hammer, la mítica productora inglesa de terror de serie B, en la que se mezclaban cavernícolas con dinosaurios.

Raquel Welch, entre las Incombustibles a los 80
Raquel Welch causó sensación con su bikini de cavernícola

Raquel Welch apenas hablaba tres frases en un idioma inventado, pero eclipsó todo lo demásy la convirtió en unsex-symbolplanetario de la mano de un póster promocional que pasó a la historia del cine.

La industria se apresuró a explotar en todo lo que fuera posible el potencial erótico de Welch, tanto que creó para ella el muy machista apodo de “El Cuerpo”. Aún así, ella nunca dejó de reconocer que buena parte de su fama y su trayectoria siguiente se la debía a aquella película y a aquel bikini.

“Fue una cosa importante en mi vida así que, ¿por qué no hablar de ello?”, dijo en una entrevista con The Sunday Post.

Y agregó:

“Casi cada día recibo copias de esa imagen, que me envían para que las firme. ¡He debido mirar esa foto un millón de veces! Recuerdo que James Stewart me dijo hace mucho tiempo, que nunca evitara a los fans, o las cosas de mí que les gusten a los fans. Fue un buen consejo”, aseguró.

“Aquello fue algo que me ocurrió a los veinti pocos años”, reflexionaría Welch varias décadas después. Apenas había empezado a descubrir el mundo y mi lugar en él. Era casi una niña e iba improvisando, me dejaba llevar por las oportunidades. Y la verdad es queme sentía un poco asustada ante los continuos halagos hacia mi cuerpo, las sesiones de fotos en bikiniy todas esas cosas”.

Otro canon de belleza

Aunque su condición de mito sexual marcó la gran mayoría de los papeles que le ofrecían, trabajó también con Frank Sinatra enLady in Cement(Gordon Douglas/1968), probó el western en cintas comoHannie Caulder(Burt Kennedy/1971) y abordó la transexualidad en la controvertidaMyra Breckinridge(Mike Sarne/1970), alternando nada menos que con una otoñal Mae West, otro mito erótico muy anterior a ella. Y bajo la dirección de Richard Lester, consiguió el Globo de Oro a la mejor actriz de una comedia porLos Tres Mosqueteros (1973). A partir de ahí, la televisión fue su destino habitual.

Para la generación delbaby boomestadounidense -como se califica a los nacidos inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial- había dos opciones a la hora de escoger sex symbol: o Jane FondaoRaquel Welch. La primera encarnaba la sofisticación, la rubia de alta cuna -hija de una rica heredera y de una estrella de Hollywood como Henry Fonda-, que alardeaba de su compromiso político con la izquierda en plena guerra de Vietnam. O Welch, la morena de clase media y origen boliviano, que con 21 años ya tenía dos hijos. Finalmente fue ésta la que marcó el cambio más importante en la iconografía femenina, puescon ella se acabó el dominio de las rubias explosivas y comenzó una nueva época en el canon de belleza en el cine de Hollywood.

Una mujer hogareña

A pesar de la fama, nunca dejó de verse a sí misma como una chica conservadora y tranquila del medio oeste estadounidense. Dosificaba sabiamente sus apariciones en fiestas, igual que sus manifestaciones políticas. Mientras Jane Fonda se sacaba fotos sonriente en las baterías antiaéreas que Vietnam del Norte usaba contra las tropas de Estados Unidos y bautizaba a su hijo con el nombre de un líder del Viet Cong, Welch se prestaba a actuar para la United Service Organizations (USO), el servicio de entretenimiento para soldados estadounidenses.

Algunos de los que llegaron a trabajar con ella subrayaban que tenía una cabeza mucho mejor amueblada que lo que se decía del estereotipo de las mujeres hermosas en aquellos años.

Raquel Welch en su madurez
Raquel Welch en su madurez: también empresaria, pero siempre será la del bikini explosivo que sacudió al mundo

“Me esfuerzo para que mi carrera se acople a mi vida, y no al revés. Ya no soy una niña, y me alegro mucho de no serlo”, sentenciaba.

Probó suerte en el teatro en la década de 1980 y le llegó el éxito con el musical de BroadwayWoman of the Year(1982). “Ahora, ya octogenaria, dice que sigue sintiéndose ‘perfecta en lo personal y profesional’”. Así rematamos aquel reportaje sobre la sexy actriz que hoy ocupa lugares preeminentes en las noticias del mundo del espectáculo con motivo de su fallecimiento.

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