Estar bella en la Venezuela hiperinflacionaria es un lujo
"Para ser bella hay que ver estrellas", reza el refranero popular. Pero en la Venezuela de la hiperinflación de Maduro, la vista debe alcanzar más allá de las constelaciones. No hay rutina que se salve de la crisis, ni siquiera la de "echarse una arregladita". Y, más allá de la coquetería, la higiene personal está en jaque María* entra con desconfianza a una franquicia de la cadena Farmatodo ubicada en Caracas, desde hace semanas las sucursales habían dejado de mostrar los precios de los productos en las estanterías. La sorpresa de María al acercarse al pasillo 1, área en el que se encuentran las lociones corporales, es doble: los montos nuevamente son visibles, y los ceros son más. Suspira y, acto seguido, abre los ojos como si hubiese visto un fantasma. “¡Mira cuánto cuesta esto!”, exclama a su hija quien le devuelve una mirada de indiferencia.