Las tarjetas de crédito volvieron a Venezuela, pero la financiación no es sinónimo de prosperidad pese a que se considera un avance pequeño. En esta nota hablan especialistas y consumidores al respecto
Desde ahora, el sector comercial recibirá créditos de la banca venezolana en bolívares, pero tendrá que pagarlos al valor de cambio de dólares que esté publicado en el Banco Central de Venezuela.
Desde ahora, el sector comercial recibirá créditos de la banca venezolana en bolívares, pero tendrá que pagarlos al valor de cambio de dólares que esté publicado en el Banco Central de Venezuela.
Para el analista bancario Leonardo Buniak, los principales indicadores del sistema financiero público y privado registran una tendencia negativa que podría empeorar con una hiperinflación.
Venezuela tiene el registro más bajo en América Latina en cuanto al aporte del crédito bancario a la generación del Producto Interno Bruto.
Venezuela tiene el registro más bajo en América Latina en cuanto al aporte del crédito bancario a la generación del Producto Interno Bruto.Que Venezuela tiene una bancarización muy baja es algo harto conocido. De lo que poco se habla es de que de acuerdo con los analistas, eso significa que apenas 11% de la población tiene acceso a un crédito bancario, por lo cual no tiene manera de acceder a esta herramienta financiera que, entre otras cosas, puede ayudar a mejorar sus condiciones de vida.
El Estímulo y su marca de economía y negocios El Interés invitan a todos sus lectores y público en general al videochat El crédito como mecanismo para protegerse de la inflación con el especialista Klaybert Ojeda.
Pese a que el mercado tiene más de un año prediciendo un default en Venezuela, parece que la capacidad y voluntad de pago del país ha sido juzgada más duramente de lo que se merece. El economista Ramiro Molina considera que la reputación del gobierno es el elemento que más pesa dentro de las malas expectativas.
Pese a que el mercado tiene más de un año prediciendo un default en Venezuela, parece que la capacidad y voluntad de pago del país ha sido juzgada más duramente de lo que se merece. El economista Ramiro Molina considera que la reputación del gobierno es el elemento que más pesa dentro de las malas expectativas.