El centrocampista venezolano Luis Manuel Seijas señaló en una entrevista que a su selección, en el empate contra Brasil por 0-0 donde anularon a la anfitriona tres goles con la ayuda del videoarbitraje, "no la salva el VAR" sino que éste ayudó al árbitro a pitar de forma "justa".
El mediocampista Luis Manuel Seijas denunció supuestos insultos por su condición de venezolano de parte del futbolista Cristian Palomeque al final del partido de su conjunto, Santa Fe, ante La Equidad por la liga colombiana.
El centrocampista venezolano Luis Manuel Seijas fue cedido por el Internacional al también brasileño Chapecoense por lo que resta de la temporada, informaron medios locales.Seijas, de 30 años y con contrato hasta 2019, llegó al Inter a mediados de 2016 para ocupar la plaza del argentino Andrés D'Alessandro que se marchó al River Plate, después de que el club brasileño pagara cerca de 450.000 dólares al Independiente Santa Fe colombiano por sus derechos federativos.Pese a tener un buen rendimiento, Seijas no pudo evitar el descenso del Inter a la segunda división por primera vez en su historia.Este año, el nuevo técnico del equipo, Antonio Carlos Zago, lo relegó al banquillo y apenas disputó seis encuentros, motivo que facilitó su salida.El Chapecoense, equipo que esta temporada disputa la Copa Libertadores, la Recopa y la Sudamericana, se interesó hace tiempo por los servicios del venezolano, aunque la falta de acuerdo sobre el pago de su salario dificultó el acuerdo hasta ahora.Seijas, natural de Valencia y primer venezolano en ganar una competición de la Conmebol, la Copa Sudamericana 2015 con el Independiente Santa Fe colombiano, se dio a conocer en el Caracas de su país.También jugó en el Banfield argentino, el Deportivo Táchira venezolano, el Standard de Lieja belga, el Deportivo Quito ecuatoriano y el Santa Fe (en dos pasajes distintos) antes de llegar al Internacional de Porto Alegre el año pasado. ]]>
Pocas sorpresas ha deparado la convocatoria a la Selección Nacional de fútbol para la venidera doble fecha mundialista entregada por Rafael Dudamel a los medios de comunicación. La mayoría de elementos que formaron parte del plantel que tan buena presentación hizo en la pasada Copa América Centenario, repiten llamado.
Tal vez usted no sepa nada de fútbol ni le interesa lo más mínimo la Copa América Centenario, pero seguramente ya vio la imagen. Un jugador vestido de vinotinto patea un balón, como si en el arco estuviera su hijo de un año. Esa acción, que de ser efectiva significaba el descuento de Venezuela, ha sacado lo peor de muchos fanáticos. Seijas y su familia son amenazados e insultados por una decisión futbolística, que ya antes le había rendido frutos.
La selección que conduce Rafael Dudamel suma sus presentaciones por victorias en esta Copa América Centenario, pero aún cuando se empieza a divisar que su idea incluye un manejo concienzudo de la pelota, esto se ha conseguido de distintas maneras.
La Vinotinto, última de la clasificación, viene de sumar su primer punto ante Perú y necesita la victoria en Barinas para no enterrar sus ya menguadas esperanzas de competir por un cupo al Mundial.
La discusión es vieja. Y con César Farías se repite y se repite y se repite, ya sea que esté en Venezuela, México, India o Paraguay. Es más, aburre. Seguro que el entrenador tiene una vida más interesante que la suya y que la mía. Aparte, algo de atractivo tuvo que ver la directiva de Cerro Porteño para contratarlo. Al final, haciendo eso se llevó un cuarto lugar de la Copa América, hasta ahora la mejor chapita de una selección vinotinto en este torneo.
Allá lo llaman “Lucho” y aquí le decimos “Luisma”. Es adorado en la capital de Cundinamarca y en Venezuela se le acusa de arrogante porque nos prohibió subirnos en el “autobús de la victoria”.
Pude conversar la semana pasada, en el programa radial en el que trabajo con Roberto Rosales, lateral derecho del Málaga español e inamovible miembro de la Selección Nacional de fútbol. Convertido en uno de los pesos pesados del camerino Vinotinto y voz autorizada al momento de analizar la realidad del funcionamiento del equipo de Noel Sanvicente, declaraba que el equipo aún está buscando su identidad y que se transita en el camino correcto, pero que a veces él se sentía incómodo porque no podía ser tan ofensivo como en su club