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Luisma, el león que ruge en Sudamérica

Allá lo llaman “Lucho” y aquí le decimos “Luisma”. Es adorado en la capital de Cundinamarca y en Venezuela se le acusa de arrogante porque nos prohibió subirnos en el “autobús de la victoria”.

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El presidente de Santa Fe hizo un esfuerzo económico en repatriar a un ídolo de la afición, en tanto que el mandamás de la FVF quiso darle un abrazo efusivo al felicitarlo por ser campeón de la Sudamericana luego de aquel dardo lanzado contra él y sus compañeros de selección de haber generado un boicot. Un contraste enorme para quien me atrevo a decir, fue el mejor jugador de la Copa Sudamericana 2015. Luis Manuel Seijas es campeón de América y el primer nativo en hacerse con este trofeo.

El valenciano no levanta el título como uno más. Seijas lo hizo siendo protagonista rutilante del laurel más importante de la historia cardenal. En una competición muy oscura por la poca vistosidad del fútbol mostrado por los equipos que la disputaron – la final de los colombianos ante el argentino Huracán fue un auténtico bostezo -, el internacional Vinotinto sobresalió por su garra y liderazgo en la cancha, llevando en volandas al plantel más modesto que tuvo Santa Fe en el último y exitoso lustro.

Cuando en agosto pasado Omar Pérez -volante creador de juego y general en jefe de los rojos- tuvo que ser operado de los meniscos de su rodilla izquierda, la afición se persignó a la espera del futuro de su equipo sin el máximo referente en el terreno.

En carrera por tres títulos en disputa, emergió en medio de la rigurosa táctica del uruguayo Gerardo Pelusso el fútbol sacrificado y desparpajado de Seijas. Sin hacer magia con el balón en los pies como el “pelado”, el venezolano se encargó de poner al servicio del once su visión de juego y el gas de sus tres tanques pulmonares.

Santa Fe no fue brillante en la competencia. La exigencia de disputar tres frentes con una nómina obrera y sin un atacante verdaderamente efectivo de cara al arco rival, fue desgastando al equipo con el paso del tiempo, claudicando en dos retos, pero sabiendo mantener la gasolina necesaria para, en la definición desde el punto penal de la Sudamericana, marcar la diferencia, esa misma que Seijas mostró con una ejecución insultante por el medio del arco y con una frialdad escalofriante en el momento más cumbre de los 74 años del club.

Pelusso hizo una excepción en su rigidez y le dio al valenciano la libertad necesaria para que pudiera desplegar su juego. La ausencia de Omar Pérez le permitió librar su fútbol y mantuvo siempre un rendimiento por encima del promedio, partiendo desde la izquierda de la zona media, con mucha responsabilidad ofensiva sin descuidar el muy buen aporte que da en el repliegue.

En los momentos exasperantes, era capaz de sacar un remate de larga distancia o generar la jugada del gol. Un caballo de batalla incansable que brilló ante los ojos del continente.

Seijas es un tipo diferente y eso también lo hizo ser el mejor de la Copa Sudamericana. Interpreta el fútbol de una forma envidiable y su capacidad de ejecución en la toma de decisiones es inigualable. No se desconcentra con nada y se entrega de lleno a lo suyo. Solo piensa en Santa Fe, en su madre (a quien dedicó el título), en su esposa y en su hijo Thiago, para quien quiere un futuro mejor.

Ante tan brillante año 2015 (sin duda el mejor en toda la carrera de Luisma) y pensando justamente en ese futuro familiar, el volante no renuncia a dejarse enamorar por los cantos de sirena en Europa, pero en medio de la euforia del logro continental admitió que quiere seguir en Bogotá.

La posibilidad de disputar cuatro títulos internacionales con su “Santafecito querido” en 2016 es una oportunidad irrenunciable de seguir incrementando su caché individual y su trascendencia en los registros de una institución que atraviesa su mejor momento en la historia.

Luisma fue el MVP de la Copa Sudamericana, sin duda. Su madurez a los 29 años lo hace hoy un jugador destacado en América. Ha sido uno de los pocos futbolistas que se han librado de la quema Vinotinto de las Eliminatorias.

Titular indiscutible en la Selección, hoy día su liderazgo en ella es inobjetable, al punto de ser la única voz que ha asumido la responsabilidad de explicar a la opinión pública cuál es la lucha reivindicativa que tiene junto con sus colegas seleccionados.

En mi elección del Once de América 2015 para el prestigioso diario El País de Uruguay, aparece Seijas como volante izquierdo. Confío que el nombre de un criollo aparezca por primera vez en ese equipo ideal. El león ruge con fuerza.

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