A una pared gris y deteriorada de Guatire llegó el color: miles de tapas de plástico están dando vida a un mural que representa la identidad del pueblo y podría romper el récord Guinness por ser el más largo del mundo hecho con material reciclable
Aunque la producción mundial de plásticos reciclados, o secundarios, se cuadruplicó con creces entre 2000 y 2019, de 6,8 a 29,1 millones de toneladas, esa cifra solo representa 6% de la producción total de plásticos.
Hoy en Venezuela todo recurso que sea chatarra o algo parecido se le considera “material estratégico”, pero el gobierno no define con exactitud a qué se refiere el término, lo que afecta la actividad del reciclaje en hogares y empresas.
La automotriz francesa une esfuerzos con empresas líderes de la materia, previendo que el número de vehículos eléctricos en todo el mundo podría llegar a los 100 millones en 2030
En Venezuela persisten iniciativas de valor agregado, alineadas con las tendencias mundiales. Este es el caso de éxito de la empresa Plastitec Group, que bajo los preceptos de la economía circular recicla botellas PET, como las de refrescos y envases para darles una nueva vida. El mar y la tierra agradecen este movimiento que para muchas personas supone una oportunidad de negocios con basura
Reutilizó 75 toneladas de materiales inertes; 16 toneladas de residuos clasificados como peligrosos y 9 toneladas de aparatos eléctricos y electrónicos, optimizando el consumo de los recursos en toda su cadena de valor
La medida fue oficializada hace dos semanas y la Corporación Socialista Ezequiel Zamora centralizará el negocio. Por los momentos, hay un plazo de 60 días para que todos los desechos provenientes de los organismos públicos se pongan a su disposición
Durante el mes de noviembre Fospuca, empresa privada de aseo urbano, en alianza con las Alcaldías de Chacao, El Hatillo y Baruta, estará realizando un taller-concurso donde nueve destacados artistas impulsarán la construcción de instalaciones urbanas con material de desecho en espacios de dichos municipios para fomentar la cultura del reciclaje.
La empresa tecnológica va en constante crecimiento a través de su línea de ordenadores portátiles Pixelbook, el centro de control de domótica Nest, el dispositivo de reproducción audiovisual Chromecast, el router Google Wifi y varios modelos de termostatos y cámaras para el hogar
En Venezuela, las esperanzas financieras de Eliset González están puestas en un nicho de mercado. Ella ha optado por sacarle provecho a lo que para otros es desecho. Su historia se replica, pues ahora en el país latinoamericano nada se bota hasta que no sea inevitable A diario, Eliset González se sienta en un puesto en un mercado de Caracas y repara bombillas rotas para aquellos que no pueden permitirse una nueva en una nación devastada por la crisis. "Siento que con esto ayudo a la comunidad ya que esos bombillos están súper caros. Además, me ayudo yo también", dijo González, que aprendió a desarmarlos y repararlos en prisión, donde pasó varios años por robo. Según sus cálculos, una bombilla fluorescente compacta nueva puede costar el equivalente a varios dólares en la devaluada moneda venezolana, o el equivalente a casi el salario de un mes. Pese a esto, la calidad es tan mala que puede durar apenas una semana. Con una reparación, pueden funcionar durante más de seis meses más y por una parte de ese precio, explicó González. "Aprendí esto en un centro penitenciario en donde estuve privada de libertad. Allí me dediqué a estudiar", dijo González. Su extraño trabajo es una respuesta ingeniosa al caos económico que domina la que en su día fue una rica nación petrolera, donde la escasez de comida y medicamentos ha llevado a más de cuatro millones de venezolanos a buscar refugio en todo el mundo en los últimos años. El año pasado, la creciente hiperinflación alcanzó el millón por ciento. Pero en este escenario de decadencia económica, la historia de González no es original. En otra parte de la ciudad, Vladimir Fajardo reúne algo de dinero reciclando objetos aleatorios. Muchos días se sienta en una acera de Caracas y utiliza una cuchara afilada para construir autos de juguete con botellas de plástico, a los que les instala un sistema interno de poleas con bandas de goma para hacer que las partes del coche giren. Cada juguete le toma alrededor de media hora. "Hay gente que me dice ‘¿y si te doy un dólar? ¿Un dólar te sirve?’”, dijo Fajardo. “Sí, deme un dólar. Después lo vendo y con eso como”. Fajardo, que en el pasado tuvo problemas de drogadicción y recorre los vecindarios de la capital venezolana en busca de clientes, está orgulloso de su trabajo. Sus mayores seguidores son "los que conocen de la creatividad y saben de esto", apuntó. Para Elizabeth Cordido, una psicóloga social en la Universidad Metropolitana de Caracas, los intentos de los venezolanos por sobrevivir reciclando artículos que de otra forma irían a la basura es, de algún modo, positivo. Pero apuntó que "es muy negativo que sea a través de la pobreza y del incremento de la pobreza que hayamos llegado a esto”. "Da lástima. Es doloroso", señaló.
Con el objetivo de ofrecer el mejor programa de lubricación para maquinaria industrial, flota de camiones, vehículos, entre otros; Kleenoil llega oficialmente a Venezuela con la intención de convertirse en el aliado perfecto de las empresas en el país.
Con el objetivo de ofrecer el mejor programa de lubricación para maquinaria industrial, flota de camiones, vehículos, entre otros; Kleenoil llega oficialmente a Venezuela con la intención de convertirse en el aliado perfecto de las empresas en el país.
Albermar Domínguez fue seleccionado, junto a otros 14 emprendedores venezolanos, para participar en el Young Leaders of the Americas Initiative (YLAI) en su edición de 2017, un programa del Departamento de Estado que forma a emprendedores y líderes de la sociedad civil con el objetivo de fortalecer sus capacidades para promover sus ideas empresariales y contribuir al desarrollo social y económico de sus comunidades.
Representantes de la Fundación Yammine y del Hotel Pestana firmaron un documento para concretar una alianza dirigida a sembrar conciencia sobre la importancia del reciclaje y contribuir así a la preservación del medio ambiente.
En la capital gastronómica de América Latina, comer tuétano, piel de papa o cortezas de cítricos se presenta hoy como una de las propuestas más arriesgadas de la alta cocina peruana, que reta la curiosidad de sibaritas atraídos por una filosofía "antidespilfarro" promovida por el chef Palmiro Ocampo