El próximo domingo 5 de julio, los votantes griegos han sido convocados a un referéndum en el cual deberán responder si apoyan o no el plan de rescate propuesto por sus acreedores internacionales: el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional.La pregunta concreta ―nada clara, por cierto, para el ciudadano de a pie― fue formulada en los siguientes términos:
Alexis Tsipras anunció este miércoles que la cuestión que se plantea en el referéndum que se celebrará el domingo no es si Grecia permanecerá o no en el euro.
Este martes, a partir de las 7 de la noche, se esperan movilizaciones delante de los ayuntamientos de cada ciudad catalana, para exigir que los dejen votar el 9 de noviembre: Madrid ha suspendido tanto la ley de consultas del Parlament, como el decreto que convocó la votación. Pero la campaña apenas comienza.
La campaña del "no" a la independencia de Escocia se impondrá en el referéndum celebrado el jueves, según predijola cadena británica BBC.
Un sondeo de la firma YouGov dio esta noche la victoria al "no" en el referéndum de independencia de Escocia, con el 54 % de los votos, frente al 46 % del "sí".
Ya cerraron las urnas electorales en Escocia. La última encuesta que fue divulgada publicó que ganará el "no"; sin embargo hay entre 4 y 10% electores indecisos.
Una encuesta sobre intención de voto para el vespertino londinense "Evening Standard" otorga hoy al "no" a la independencia de Escocia una ventaja de seis puntos frente al "sí", con un 53 % contrarios a la separación frente al 47 favorables.
¿Qué dejó el Referéndum Revocatorio Presidencial? Este es el interrogante que muchos hoy tratan de responder. Sin embargo, a pocos les interesan las disquisiciones políticas, categorías de intelectuales o explicaciones farragosas. Lo que salta a la vista, diez años después de ese domingo 15 de agosto de 2004, es la destrucción de Venezuela, la pauperización de sus instituciones y, lo que es peor, el desmedro moral de los ciudadanos