Las colas para intentar llegar. La zona traki a reventar. La lluvia. El abucheo al Potro Álvarez. En esta nota, dos asistentes al concierto de Wisin y Yandel cuentan su experiencia
La pita al Potro Álvarez, la lluvia que dejó sin energía eléctrica la zona del evento, las colas para intentar llegar al Poliedro de Caracas: esas son parte de las vivencias de los que fueron al concierto de Wisin y Yandel.
Los comentarios en redes sociales están polarizados, pero esto contaron a El Estímulo algunos asistentes al concierto.
Dependiendo de la hora en la que llegó la persona la experiencia fue mejor o peor. Quienes llegaron entre las tres o cuatro de la tarde, tuvieron que esperar bajo la lluvia, soportar que se fuera la luz y las colas kilométricas para entrar al área del concierto.
Una de las asistentes, Eugenia Duarte, dijo: «Esa gente pasó roncha. Encontré una chama que tenía todo el rimel corrido porque la lluvia fue absurda, la animación no estuvo buena y el tema de la cola».
La cola fue tendencia en Twitter porque los conductores pasaron hasta una hora y media intentando acercarse a la zona del concierto. Personas que viven en los alrededores de La Rinconada reportaron que el lugar se trancó debido al número de vehículos que intentaban llegar.
«No dejaban llegar a los carros hasta la entrada del Poliedro, sino que pusieron policías a unos 20 minutos antes del lugar para trancar el paso. No dejaron estacionar carros a partir de un momento porque todo colapsó y tenías que caminar ese tiempo bajo la lluvia. No estuvo fácil», relata Eugenia.
¿La mejor idea? Llegar tarde. «Nos fuimos en taxi y había cola, pero de carros. Entramos de una porque toda la gente había pasado. Fue buena idea llegar tarde», dijo otra de las asistentes.
A ello hay que agregar que las personas que lograron estacionar debieron pagar hasta $25 para dejar sus carros cerca del Poliedro.
«Como era en el estacionamiento del Poliedro por nuestra mente pasó que sería un desastre, entonces elegimos una van. Lo hicimos porque no sabíamos cómo sería la movida en la zona Traki, por temas de seguridad, y preferimos ir un grupo grande. Eramos 15 personas», explica Eugenia.
Eso sí: No dejaron pasar bebidas o comida. Todo se compraba adentro. Tampoco exigieron tapabocas.
Las cervezas estaban en $2 por unidad y para recibir el vaso gigante, debías mostrar que compraste al menos 12 botellas: «Tenías que mostrar 12 tickets, sino no te lo daban».
Una persona que asistió al concierto de Camila y Sin Bandera compara los precios de las cosas con el de Wisin y Yandel: «En el de Sin Bandera, la birra costaba cinco dólares y unos tequeños $14 si estabas en box y no te podías pasar a donde vendían polarcitas (cervezas), que estaban en 1,5 dólares. Aquí compré un combo de chicken tender y papitas por $9».
A pesar de que usualmente en Caracas se pueden conseguir dos cervezas por $1, en el concierto de Wisin y Yandel se agotaron: «Había burda de cola para comprar curda, que de hecho se acabó y quedó el ron caro, pero tú tenías que poner el vaso», cuenta una de las asistentes.
«Algo que me pareció cool es que en la entrada te regalaban toallitas húmedas. Me pareció súper chévere que te regalaran eso porque los baños eran un asco, pero te podías limpiar. Al principio fui a los baños y estaban relativamente limpios, pero al final… Fue un desastre», dice Eugenia.
No, al menos para los que tenían claro que la zona Traki estaba organizada para no ver a Wisin y Yandel de cerca, sino por una pantalla.
«En Traki yo solo veía las pantallas y tenían buen tamaño. El sonido también estuvo bueno. Ellos no se veían porque había demasiada gente. Y los que estaban adelante tenían sillas, entonces se paraban y no dejaban ver».
«Ellos (Wisin y Yandel) fueron súper chéveres. Cantaban las canciones completas y otros cantantes de reggaeton no lo han hecho. Creo que, de su parte, el concierto fue bastante completo».
«Yo siento que ha sido uno de los conciertos donde han vendido muchas entradas de verdad, pero en Traki. Tú veías el box (VIP) y eran puros influencers, pura gente que al final le regalaron entradas», dice Duarte.
Lo mismo repite Valeria, otra joven que estuvo en la zona Traki: «Yo todo lo vi por pantallas, ni me acerqué más allá porque no estaba interesada en maltripear con el gentío. Eso no me mortificó».
Todo ocurrió durante la presentación de Gustavo Elis y Sixto Rein, quienes durante su repertorio invitaron a cantar al Potro Álvarez y las personas lo abuchearon: «La gente no aplaudía. Él decía que alzaremos las manos y nadie alzaba las manos. Puro abucheo. Y toda la zona Traki gritando: ‘Fuera, fuera'».
Se estima que unas 20.000 personas asistieron al concierto de Wisin y Yandel en el estacionamiento del Poliedro. Entonces, si algo debía haber en el evento eran pantallas y buen sonido y eso se cumplió de forma relativa, al menos eso aseguran las personas consultadas por El Estímulo.
«A nivel de luces, las pantallas, fuegos artificiales, las cosas que echan fuego, la tarima, estuvo bueno. No lo niego, eso pudo ser un video de Youtube cualquiera, pero desde el estacionamiento del Poliedro».
«Otro nivel»
«Terribles animadores»
«La cereza fue el Potro»
«Patético»
Una experiencia larga por contar
«Esa entrada no valía $60»
«Colirio visual en zona Traki»
«No volvería a un concierto así»
Wisin y Yandel tienen una cita con su público venezolano el próximo 3 de septiembre. Los detalles para asistir al concierto te los contamos en esta nota
