¿Era Bill Gates un ídolo de barro o es solo blanco de una ambiciosa exexposa que comienza a filtrar acusaciones en su contra? Melinda era consciente del comportamiento del magnate al que cada vez se le critica más
Bill Gates estuvo casado con Melinda Gates durante 27 años. Construyó el emporio Microsoft y lo dirigió por 45 años, primero como director general y luego desde la junta directiva. Con su fundación, que ya cumplió dos décadas, se hizo conocido como uno de los mayores filántropos de estos tiempos. Ahora, justo después del reciente anuncio del divorcio, comienzan a conocerse supuestas conductas muy inapropiadas de acoso sexual y turbias amistades que nunca antes se habían dicho.
¿Es Bill Gates un ídolo de barro o es solo blanco de una ambiciosa exexposa que comienza a filtrar esas acusaciones?
Esta semana, dos grandes diarios de Estados Unidos, The Wall Street Journal y New York Times, publicaron reportajes que dejan ver a Gates, de 65 años, como un hombre lleno de vicios de índole sexual, incluso incontrolables. Un jefe incapaz siquiera de guardar las formas, que abandonaba reuniones solo para ir a su oficina para invitar a una mujer «a cenar»… a pesar que esa mujer estaba en la misma reunión que él.
Los reportajes también lo muestran como un sujeto de blanda moral. Protegió a su gestor financiero Michael Larson de una acusación comprobada de abuso, pagándole a la víctima. Hay que decir que ahora Melinda admite que lo sabía, y que «se opuso a ello».
Ambas revelaciones se suman a una confirmada relación extramarital con una empleada de Microsoft, que «duró años» y de la que sus defensores dicen que está «arrepentido». También a su amistad (que ahora sabemos que Melinda desaprobaba) con Jeffrey Epstein quien, acusado de pedófilo, se suicidó en la cárcel.
El domingo 16 de mayo, The Wall Street Journal reveló que la salida definitiva de Bill Gates del grupo Microsoft en marzo de 2020 estaría vinculada a una relación considerada inapropiada con una empleada a principios de la década de 2000. Esto derriba la versión oficial de que lo hizo para dedicarse de lleno a su labor filantrópica.
En 20 años, la Fundación Gates, creada junto con Melinda, creció hasta convertirse en la organización benéfica privada más poderosa del mundo. Financió proyectos e iniciativas por 53.800 millones de dólares.
Gates fundó Microsoft en 1975, fue director gerente hasta 2000 y miembro de la directiva hasta 2020.
Un portavoz de Microsoft confirmó a AFP que el grupo tuvo conocimiento a fines de 2019 de que «Bill Gates buscó establecer una relación íntima con una trabajadora de la empresa en 2000». No solo buscó: la tuvo. Fue una relación consensuada con una ingeniera del consorcio.
«Un comité de la junta directiva, asistido por un bufete de abogados externo, realizó una investigación exhaustiva», agregó.
La directiva se enteró porque la mujer escribió una carta (después de terminar la relación) en que admitía una relación sexual con Bill Gates «durante años». Según una investigación de DW, Melinda lo sabía.
La salida definitiva de Gates de Microsoft se habría producido al término de esa investigación.
La infidelidad de Gates no es la única entre los poderosos de los emporios digitales. El matrimonio de Jeff Bezos, fundador de Amazon, terminó por una. Según la profesora de sociología en la Universidad de Misuri, Alicia Walker, esto no afectó la imagen de Bezos, y no tendría que perjudicar la de Gates en el largo plazo.
«Aunque los estadounidenses desaprueban la infidelidad, tienden a pasar por alto la masculina. Y esto es especialmente así en el caso de hombres ricos y poderosos», comentó a AFP.
La diferencia entre los divorcios de Bezos y Gates es que, al menos hasta ahora, el proceso de divorcio de la pareja de Amazon se ha desarrollado de manera más civilizada, sin intentar sepultar al otro. La coincidencia entre las oscuras revelaciones sobre Gates y el inicio del divorcio deja intuir que Melinda está presionando.
En la decisión de la directiva también pesó la relación entre Bill Gates y Jeffrey Epstein. Aunque esa amistad aún no se conocía públicamente, el caso Epstein ya había reventado y los directivos decidieron indagar en esa relación.
La defensa de Gates asegura que los encuentros entre ambos hombres tuvieron solo carácter filantrópico.
A través de sus abogados, Gates manifestó a The Wall Street Journal que «lamenta» sus reuniones con el fallecido Epstein.
Más allá de la larga relación con la ingeniera y de las reuniones con Epstein, The New York Times publicó el lunes un extenso artículo sobre el «comportamiento cuestionable» de Gates.
La nota está basada en testimonios de personas anónimas del entorno del ahora criticado magnate. Aseguran que «el señor Gates ocasionalmente citaba a mujeres de la oficina».
Uno de los ejemplos que dan se remonta a 2006. Bill Gates habría asistido a una presentación que daría una empleada de Microsoft. «El señor Gates, que entonces era presidente de la empresa, abandonó la reunión. Inmediatamente le envió un correo electrónico a la mujer (que presentaba la ponencia) para invitarla a cenar, según dos personas cercanas a aquel intercambio», dice el diario.
Los testimonios que cita el diario provienen, dicen, de seis empleados y exempleados de Microsoft, la fundación y la empresa que administra las fortunas de Gates. Describieron que ese incidente «y otros más recientes» en ocasiones generaron «un ambiente de trabajo incómodo».
No obstante, el NYT señala que «aunque desaprobaban el comportamiento del Sr. Gates, no lo consideraban un depredador».
Otra crítica que ahora se le hace a Gates es que encubrió, a punta de dinero, un comportamiento inadecuado de un cercano colaborador.
Este diario afirma en particular que Bill Gates ayudó a esconder un caso de acoso sexual que involucraba a su gestor financiero Michael Larson.
Según dos personas sobre el asunto, Melinda Gates «habría expresado su desacuerdo» en 2018 con la forma en que su esposo había manejado este caso. Larson permaneció en el cargo después de pagarle a la víctima. Sin embargo, de nuevo, Melinda no dijo nada.
Al parecer, durante los 27 años de matrimonio, Melinda French Gates estuvo consciente de varios errores de su marido. Eso incluye sus relaciones con Jeffrey Epstein, el encubrimiento a Michael Larson e incluso, según DW, la larga relación extramarital con una empleada.
Pero no dijo nada públicamente. En cambio siguió manejando la Fundación Gates, que otorgó ayudas por 53.000 millones de dólares. Esto lo hizo de forma muy estrecha con su entonces esposo.
¿Por qué surgen todas estas revelaciones justo ahora cuando se inicia el proceso de divorcio y, por ende, de repartición de bienes? ¿Es Melinda inocente o, por el contrario, fue con su silencio cómplice de Bill? El tiempo dirá hacia qué lado se inclinan los impasibles jueces de la opinión pública.
El presidente de CNN, Jeff Zucker, renunció este miércoles por mantener una relación con una mujer que laboraba en la misma empresa. Repite así una conducta de otros ejecutivos de empresas importantes, como Microsoft y McDonald's
Aunque el teletrabajo se ha masificado en un mundo pandémico, muchos extrañan el contacto cara a cara que brindan las oficinas. Ante esto, Bill Gates asegura que en apenas tres años esto podrá lograrse gracias a los avatares y el metaverso
A pesar de la separación, los empresarios señalaron que continuarán trabajando juntos: "Seguimos compartiendo la fe en esa misión y continuaremos nuestro trabajo juntos en la fundación. Sin embargo, creemos que no podemos crecer más juntos como pareja en esta nueva fase de nuestras vidas"
