La guerrilla comunista de las FARC expresó este domingo que no es un grupo de "narcotraficantes", afirmando que el gobierno del presidente de Colombia Juan Manuel Santos pretende hacerle creer eso a los colombianos y al mundo
«Nunca hemos admitido ni admitiremos ser narcotraficantes o que los hechos que configuran el complejo fenómeno del narcotráfico se asimilen, en su conjunto, al carácter que tienen el delito político y la rebelión», señaló la guerrilla en un comunicado leído a la prensa en La Habana por su comandante Carlos Antonio Lozada.
El jefe guerrillero, miembro de la delegación de las FARC en las negociaciones de paz de La Habana, dijo que durante la Cumbre Iberoamericana celebrada hace unos días en México, Santos «aludió al delito político, pero asociándolo al narcotráfico».
Esto crea una «distorsión conceptual» que «confunde en la mente de los colombianos y de muchos en el mundo la imagen del guerrillero con la del narcotraficante», advirtió Lozada.
«Esta revoltura que desfigura la lucha altruista, que entraña el legítimo derecho a la rebelión, de alguna manera apunta a señalar a las FARC como un grupo de narcotraficantes», agregó el dirigente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la mayor guerrilla de ese país.
Las FARC niegan estar involucradas en el narcotráfico, pero alegan que muchos pequeños campesinos colombianos se han visto forzados a recurrir a cultivos ilícitos -marihuana, amapola y hoja de coca- debido a la pobreza en que viven.
El gobierno y la guerrilla pondrán en funciones el lunes una «subcomisión» conjunta de género, como parte de los esfuerzos para acabar un conflicto armado en el que la violencia sexual ha sido un arma de guerra.
Una delegación de seis delegadas de organizaciones sociales de Colombia debe llegar este domingo a La Habana para hablar con los negociadores el lunes al conformarse esta «subcomisión», informaron fuentes de ambas partes.
«El objetivo del encuentro será el de escuchar a las organizaciones de mujeres colombianas, además de sus iniciativas con respecto a los demás puntos que faltan por acordar, incluyendo el tema de víctimas», dijo el grupo insurgente.
Las negociaciones de paz buscan acabar un conflicto armado de 50 años, el más antiguo del continente, que ha dejado 220.000 muertos y 5,3 millones de desplazados, según cifras oficiales.
Hasta ahora las partes han consensuado tres de los seis puntos de la agenda y están debatiendo actualmente la reparación de las víctimas del conflicto.
La negociación inicia después de la firma, también en Caracas el 5 de junio, de un documento fundacional enfocado en "promover cambios y reformas democráticas para la paz en la que las poblaciones y los territorios sean la prioridad"
Aunque desde finales de 2023 sostienen conversaciones con el presidente de izquierda Gustavo Petro, en paralelo mantienen una campaña de propaganda en redes sociales, con influencers uniformados rodeados de narcocultivos y promesas de riqueza ambientadas con corridos mexicanos
En el texto, las partes hacen un llamado a los "buenos oficios" de Venezuela, Noruega, Cuba, la ONU y la Conferencia Episcopal Colombiana, que en otras ocasiones han sido garantes de procesos de paz en el país
