Un trabajador de una fábrica en Montes de Plata, Uruguay, pedía la cola en una carretera y el único que se ofreció a llevarlo fue el presidente de Uruguay, Pepe Mujica.

Gerhald Acosta fue al trabajo y tenía la cédula vencida. Como dictan los protocolos de la empresa, no le permitieron laborar. Un compañero lo llevó hasta la ruta a las 10 de la mañana. Acosta caminaba y alzaba el pulgar cada vez que pasaba algún vehículo. Pasó media hora y nadie se detuvo a recogerlo, declaró al medio uruguayo El Observador en una entrevista.

Mientras caminaba, una camioneta con placa oficial y un carro se acercaron. Del carro se bajó un hombre que le preguntó para dónde iba y le dijeron que se subiera en la camioneta. Cuando se montó, vio que ahí estaban Lucía Topolansky -esposa del presidente-, su perra y el presidente de Uruguay, Pepe Mujica.

«El viaje fue corto, pero ellos fueron muy amables. Al bajar les agradecí muchísimo porque no cualquiera ayuda a alguien en la ruta y menos un presidente”.

Sacó una foto durante el trayecto. Luego comenzó a circular porque la subió a Facebook junto con un texto que decía: “El lunes haciendo dedo de Conchilla a que no saben quién me levantó en la carretera que venían de Carmelo con su perra Manuela. Los únicos que pararon, unos capos”.