Internacionales

Mali se acerca a la paz con un alto al fuego

Desde hace casi tres años la situación política en Mali es de inestabilidad porque en 2012 fue el escenario de un golpe de Estado. El clima de caos permitió que bandas yihadistas afines a Al Qaeda lograran el control del norte de uno de los países más grandes de África.

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Fotografía de AP

Los grupos armados rebeldes del norte de Mali celebraron el acuerdo de alto el fuego firmado con el Gobierno de Bamako y aseguraron que el objetivo ahora es rubricar un segundo pacto que permita un arreglo global y definitivo.

En declaraciones a Efe tras la presentación del acuerdo en Argel, el portavoz de la plataforma rebelde tuareg, Harouna Tourey, aseguró que el paso más inmediato es comunicarle a las milicias «que respeten el acuerdo sobre el terreno». Asimismo, se mostró positivo sobre el acuerdo:

«La etapa más importante que tenemos por delante es de la firma de un acuerdo de paz global y definitivo. En los próximos días tendremos la oportunidad de rubricar al menos otro documento de paz aquí a Argel, durante esta quinta ronda».

En la misma línea positiva se pronunció el enviado especial de la ONU para el conflicto de Mali, Hamdi Mongi, para quien el acuerdo presentado el jueves 19 de febrero significa un paso importante y crucial para el futuro de la paz en Mali.

Por fin, un alto al fuego

El Gobierno de Mali y las milicias sublevadas que controlan la parte meridional ese país africano firmaron en la capital de Argelia un acuerdo para un alto el fuego inminente.

Tras este paso, el denominado «Proceso de Argel» se seguirá desarrollando en la capital argelina con el mismo carácter «constructivo, abierto e inclusivo», concluyó el ministro.

El alto el fuego se firmó apenas dos días después de que comenzara la quinta ronda de negociaciones entre las partes, y pese a que esta comenzó bajo la sombra de la violencia en el norte del país.

Inestabilidad desde 2012

La situación política en Mali es de inestabilidad desde que en 2012 el país fuera escenario de un golpe de Estado.

El alzamiento permitió que el MNLA, además de bandas yihadistas afines ideológicamente a los islamistas de Ansar al Din, a Mujao y Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), se hicieran con el control de las regiones del norte de Mali, un vasto territorio, en gran parte desértico, que separa el norte de África de la llamada zona subsahariana.

Los tres grupos armados controlaron durante cerca de diez meses el norte de Mali, de donde en gran parte fueron expulsados gracias a una intervención internacional encabezada por Francia en enero de 2013.

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