Al menos 295 personas, en su mayoría yihadistas y soldados del régimen sirio, murieron desde que el miércoles empezó la ofensiva del grupo Estado Islámico (EI) contra la ciudad siria de Palmira, indicó este domingo el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
El balance de esta ONG, que se informa a través de una red de fuentes civiles, médicas y militares en el país, incluye 123 soldados y milicianos leales al régimen, 115 combatientes del EI y 57 civiles, muchos de ellos ejecutados por el grupo yihadista.
La ciudad alberga unas ruinas catalogadas como patrimonio mundial de la humanidad por la Unesco.
Las fuerzas del régimen sirio expulsaron este domingo a los combatientes del EI del norte de Palmira pero los yihadistas seguían en las inmediaciones de la ciudad, a un kilómetro del célebre sitio arqueológico.
Los combates del domingo se concentraron en la periferia norte de Palmira, pero también en el campo de gas de Al Hel, en el noreste de la ciudad, según el OSDH y el EI.
El grupo yihadista, que publicó imágenes en internet de su operación, asaltó el sábado este yacimiento controlado por el régimen y se apoderó de dos presas situadas en el mismo, según el OSDH.
El EI publicó fotografías del presunto ataque, incluyendo una con la imagen de una de las dos presas bajo su control.
Los Guardianes de la Revolución afirmaron que el ataque constituía una respuesta a la muerte del jefe de Hezbolá, Hasán Nasralá. En la zona de Tel Aviv, los servicios de emergencias reportaron dos heridos leves
Hasta el momento se conoció de manera extraoficial el ingreso de al menos cuatro personas heridas en el contexto electoral
La misión iraní ante la ONU explicó que la acción militar de Irán es una respuesta a la agresión contra su sede diplomática en Damasco y fue llevado a cabo en base "al artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas relativo a la legítima defensa". También dijeron que su voluntad era "castigar" a Israel
