Internacionales

Papa aboga en Sudamérica contra desigualdad, ideologías y capitalismo salvaje

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El papa Francisco terminó el domingo una gira de una semana que lo llevó a Ecuador, Bolivia y Paraguay, marcada por un histórico pedido de perdón por los crímenes de la conquista de América contra los indígenas y fuertes discursos contra la desigualdad.

Poco antes de despegar su avión a las 19H35 (23H35 GMT), el papa sostuvo un encuentro vibrante ante cientos de miles de jóvenes a orillas del río Paraguay en Asunción, en el que fue aclamado como una estrella.

Asumiendo el tono de un director de escuela, el pontífice volvió a pedir a la juventud que «hagan lío pero organícenlo bien».

El recorrido final de Francisco hacia el aeropuerto sufrió un contratiempo cuando una multitud rebasó las vallas y se aproximó al papamóvil en avalancha, impidiendo que se detuviera en el centro comercial Ycua Bolaños, donde un incendio mató entre 400 y 500 personas en 2004.

En la mañana, ofició una misa campal que reunió a un millón de peregrinos en el predio militar de Ñu Guazú, presenciada desde primera fila por el presidente anfitrión, Horacio Cartes, y su par argentina, Cristina Kirchner.

Allí el papa invitó a «pasar de la lógica del dominio, del aplastar y manipular, a la lógica del acoger, recibir y cuidar» al prójimo.

Antes de esta misa entre cánticos en latín y guaraní, lengua oficial con el castellano, Francisco  visitó el barrio pobre de Bañado Norte de Asunción, vivo ejemplo de la desigualdad en Paraguay, donde no hay rastro del crecimiento que ha experimentado esta nación de siete millones de habitantes.

La realidad paraguaya, con cerca de 40% de la población sumida en la pobreza, se repite en varios países ricos en materias primas de esta región, una de las más desiguales del mundo.

Perdón retroactivo

Francisco lanzó el jueves en Bolivia un histórico pedido de perdón en nombre de la Iglesia católica por los crímenes cometidos contra los indígenas hace más de 520 años.

«Quiero decirles, quiero ser muy claro, como lo fue San Juan Pablo II: pido humildemente perdón, no sólo por las ofensas de la propia Iglesia sino por los crímenes contra los pueblos originarios durante la llamada conquista de América», dijo el primer papa latinoamericano ante una multitud boliviana que lo aplaudió enardecida.

Tanto Benedicto XVI en 2007, como Juan Pablo II en 1992, habían hecho alusión a las injusticias cometidas por los colonizadores.

No a la codicia

Las críticas al sistema capitalista actual también fueron el eje de los mensajes más duros del pontífice que exigió «un cambio» a nivel mundial, que involucre una «economía al servicio de los pueblos» tras condenar «el actual sistema» imperante, «que ya no lo aguantan los campesinos, los trabajadores, las comunidades y los pueblos».

«Digámoslo sin miedo: queremos un cambio», clamó el papa y les pidió asumir la idea de «defender la Madre Tierra», como invoca en su encíclica «Laudato Si'», dijo en Santa Cruz.

El sábado en Asunción, en un encuentro con líderes de la sociedad civil, entre ellos sindicalistas, campesinos, indígenas y empresarios, el papa volvió a recalcar la importancia de enfocarse en el ser humano.

«Les pido que no cedan a un modelo económico idolátrico que necesita sacrificar vidas humanas en el altar del dinero y de la rentabilidad», afirmó entre vítores.

Agregó que «en la economía, en la empresa, en la política lo primero es la persona y el habitat en donde vive».

Contra las ideologías

El Papa aseguró que «la corrupción es la gangrena de un pueblo» en el acto del sábado en Asunción, donde pronunció el discurso más duro y político de esta gira iniciada el 5 de julio.

«Ningún político puede cumplir su rol si está chantajeado por corrupción. Esto se da en todos los pueblos del mundo, pero si un pueblo quiere mantener su dignidad, tiene que desterrarlo», agregó en el acto al que asistió el presidente paraguayo Horacio Cartes.

En otro capítulo a resaltar, el papa aclaró que sus anatemas y reclamos a favor de los pobres y olvidados durante su periplo sudamericano, no corresponden a una ideología.

«Las ideologías siempre acaban en dictaduras. Piensan por el pueblo, no lo dejan pensar», dijo enérgico.

El Quito,Francisco alegó contra los «liderazgos únicos» y reclamó diálogo, unión e inclusión porque «la inmensa riqueza de lo variado (…) nos aleja de la tentación de propuestas más cercanas a dictaduras, ideologías o sectarismos», afirmó.

Sus palabras parecieron como un distanciamiento de los gobiernos de izquierda de Evo Morales en Bolivia y de Rafael Correa en Ecuador, aunque mostró afinidad con ellos durante sus escalas en esos países.

Tras este noveno viaje al exterior desde que fue nombrado papa en marzo 2013, el papa regresará en septiembre a América, esta vez a Cuba y Estados Unidos, tras su histórica mediación para la reconciliación entre esos dos países

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