«No debemos dejar que nuestros hijos, nietos y generaciones futuras, que no tienen nada que ver con la guerra, estén predestinados a disculparse», dijo en una declaración muy esperada por los vecinos asiáticos de Japón que sufrieron su militarismo.
Con motivo de este aniversario, «me inclino profundamente ante las almas de quienes murieron tanto en nuestro país como en el extranjero. Expreso mi sentimiento de pena profunda y mi pésame eterno y sincero», dijo Abe.
«Japón ha reiterado muchas veces su sentimiento de remordimiento profundo y sus disculpas sinceras por sus actos durante la guerra».
«Estas posturas expresadas por los gobiernos precedentes se mantendrán inquebrantables en el futuro», dijo.
La expansión militar de Japón entre 1910 y 1945 sigue envenenando sus relaciones con los países vecinos, especialmente con China y Corea del Sur.