Técnicas japonesas para vencer la flojera

La velocidad con que vivimos y los retos continuos que se plantean en nuestra vida diaria son detonantes poderosos para propiciar la falta de energía y estar a merced del estrés y poco inmunes a los procesos gripales.

De esta situación, diría, no escapa la mayoría de los mortales. Ahora bien, se hace imperativo hacer un cambio real y sistemático en nuestras acciones para procurar vencer la flojera y transformar nuestras vidas en un entorno de paz y tranquilidad y más atado a encontrar tu propósito, algo que, en definitiva, todos buscamos y que, con la llegada de los años, en mayor o menor grado llegamos a la misma conclusión.

Los llamados influencers inundan las redes sociales para endilgarnos fórmulas distintas, pero muchas veces el show que montan gira alrededor de lo “bien” que les va.

Si piensas igual que yo, te propongo descubrir nuevas formas para activar tu energía y encaminar tus días con optimismo.

Como mencioné anteriormente, en un mundo en el que la fatiga a menudo parece ser un obstáculo insuperable, las técnicas japonesas ofrecen valiosas lecciones sobre cómo superar estos desafíos. Aquí resumo algunas de las más efectivas para vencer la pereza y mantener la energía en la vida cotidiana.

Técnicas japonesas

Kaizen, la mejora continua

Kaizen es un concepto japonés que se traduce como «mejora continua». La idea central es que el cambio pequeño y constante puede llevar a mejoras significativas a lo largo del tiempo.

Cuando se aplica a la lucha contra la pereza y la búsqueda de más energía, implica tomar pequeños pasos todos los días para mejorar la calidad de vida. Por ejemplo, realizar una pequeña rutina de ejercicios por la mañana, reducir el consumo de alimentos poco saludables o aprender algo nuevo cada día son ejemplos de cómo se puede aplicar.

Esta técnica kaizen fomenta la autodisciplina y la motivación constante para alcanzar objetivos.

Shinrin-Yoku, baños de bosque

El Shinrin-Yoku, o «baño de bosque», es una práctica japonesa que consiste en pasar tiempo de calidad en la naturaleza.

Quizás muchos de nosotros – me incluyo– no somos amantes de esta práctica, pero numerosos estudios han demostrado que el contacto con ella tiene un impacto positivo en la reducción del estrés, la mejora del estado de ánimo y el aumento de la energía.

Los japoneses han incorporado esta práctica en su vida cotidiana, por lo que si a ellos les resulta, debe incorporarse en nuestra agenda.

Pasar tiempo al aire libre, respirar aire fresco y disfrutar de la belleza natural puede renovar nuestra energía y revitalizar nuestros sentidos.

Ikigai, encontrar tu razón de ser

A este concepto nos hemos referido muchas veces y se refiere a encontrar un propósito en la vida, una razón para levantarse cada mañana con energía y entusiasmo.

Al descubrir tu “Ikigai”, estarás más motivado para superar la pereza y dedicarte a actividades que te apasionen. Identificar lo que te apasiona y en lo que eres bueno puede proporcionarte una dirección clara y una fuente constante de energía.

Los japoneses creen que vivir de acuerdo con tu Ikigai puede llevar a una vida más plena y satisfactoria.

Shoshin

Se refiere a tener una actitud de apertura, entusiasmo y falta de ideas preconcebidas cuando se estudia un tema o se inicia un proyecto.

En pocas palabras, estar siempre atento a encontrar nuevas formas de solucionar los entuertos del trabajo y de la vida misma.

Incorporar el factor curiosidad en tu vida, sin duda alguna te mantendrá más enfocado y lleno de energía.

Wabi-Sabi

Técnicamente es un concepto más enredado, pero básicamente se refiere a abrazar tus imperfecciones.

Lo importante, bajo esta filosofía, es tomar acción que, en definitiva, es más importante que alcanzar la perfección. Al fin y al cabo, son la consecuencia de nuestras acciones la que nos dejan los mayores aprendizajes.

Estas son algunas técnicas, sin embargo, lo que no debe faltar en esa receta es buscar un espacio para la meditación o si lo prefieres, la reflexión.

Su práctica, es esencial para aumentar la energía y combatir la pereza. Esta técnica promueve la atención plena en el presente, la relajación y la reducción del estrés. A través de la meditación, puedes entrenar tu mente para ser más consciente de tus pensamientos y emociones, lo que a su vez puede ayudarte a encontrar la motivación y la energía necesarias para enfrentar tus responsabilidades diarias.

En conclusión, lo más relevante de todo esto es no esperar a que un cambio celestial resuelva tus problemas. Actívate con pequeñas acciones cada día y enfócate a hacerlo mejor cada día.

Yo disfruto cada día del contacto –a distancia– con mis nietos y, de hecho, eso constituye una de mis mayores alegrías. Busca la tuya e incrementa ese círculo de acciones que te permitan enfocar tu mente hacia un espacio de paz y tranquilidad tan necesario que, te aseguro, tendrá un impacto significativo en tu vida a largo plazo.