«México ha demandado al gobierno egipcio una investigación exhaustiva, a fondo y expedita de lo ocurrido y que establezca responsabilidades», dijo el presidente Enrique Peña Nieto al encabezar una ceremonia militar y en la que subrayó que no hay precedente de un ataque de este tipo en contra de mexicanos.
El mandatario -que ya había condenado el ataque que, según Egipto, dejó doce muertos y diez heridos entre mexicanos y egipcios- dio a conocer que en el grupo de turistas atacados iban 14 mexicanos y reafirmó que entre ellos hay dos personas fallecidas y seis heridas.
Al respecto, el embajador de México en Egipto, Jorge Álvarez Fuentes, dijo a la emisora Radio Fórmula que se está trabajando para «poder ubicar» a los otros seis mexicanos.
«Egipto nos ha informado que se realizará una investigación y que será dirigida por el propio primer ministro» de aquel país, añadió Peña Nieto.
Previamente, la canciller mexicana Claudia Ruiz Massieu había destacado la «indignación y el profundo pesar» de su país por este ataque que, según testimonios de los seis hospitalizados en El Cairo, fue perpetrado por un avión y helicópteros.
Ruiz Massieu habló por teléfono con su par egipcio, Sameh Shoukry, quien le expresó «su más sentido pésame» por el trágico suceso, dijo el embajador de Egipto en México, Yasser Shaban.
Sin precisar el armamento involucrado en la agresión, el ministerio del Interior de Egipto dijo el domingo que fuerzas conjuntas de la policía y del ejército que perseguían a terroristas abrieron fuego por error contra cuatro ‘pick up’ que transportaban a los turistas mexicanos en una zona no autorizada a visitantes.
El grupo de turistas estaba descansando y comiendo en el oeste del desierto en su trayecto hacia el turístico oasis de Bahariya.
¿Un tercer fallecido?
El embajador Jorge Álvarez Fuentes confirmó que los fallecidos son Luis Barajas Fernández y María de Lourdes Fernández Rubio, mientras que entre los heridos hay cinco mujeres y un hombre, todos aparentemente en estado estable.
Sin embargo, Gabriela Bejarano Rangel asegura que su hermano Rafael Bejarano Rangel, un músico de 40 años, también falleció en el ataque, mientras que su madre está entre los heridos.
«Era un grupo de amigos que iba a pasar unos días de viaje a Egipto, un viaje como tantos que se hacen. Egipto es un país seguro, en el que cuidan al turismo, por eso no sé exactamente qué pasó», dijo Bejarano desde la ciudad de Guadalajara (oeste), de donde procedían buena parte de los turistas.
La mexicana asegura que su mamá, Marisela Rangel, fue quien organizó el viaje a Egipto, donde ya había estado otras veces, saliendo de México el 9 de septiembre y con regreso previsto para el 25.
«Yo conocía al guía» que llevó a Egipto a los turistas, dijo la hermana de Marisela, Araceli Rangel, al periódico Reforma. «Y él jamás nos hubiese puesto en peligro. Él es un egiptólogo, habla perfecto español, muy querido por su comunidad del medio turístico, muy reconocido», manifestó.
El ataque se produjo la tarde del domingo cuando el grupo Estado Islámico afirmó en un comunicado que había resistido a una operación del ejército egipcio en el desierto occidental.
El desierto del oeste de Egipto, muy apreciado por los turistas, es uno de los bastiones de grupos yihadistas que cometen a menudo atentados contra las fuerzas del orden en todo el país.