«Hay que tener la valentía de aceptar que ciertos países vayan por delante», resumió Merkel en la celebración en la antesala del Consejo Europeo de los próximos 9 y 10 de marzo y de la cumbre extraordinaria que conmemorará, el día 25, el 60 aniversario del Tratado de Roma, que dio origen a la Europa común.
España, por su parte, está dispuesta a «ir más allá» en la integración europea «con todos aquellos que quieran seguir en la integración», dijo Rajoy, mientras que Gentiloni defendió que la UE pueda dar respuesta a esas diversas ambiciones «manteniendo a la vez un proyecto común«.
Elegir el Palacio de Versalles, lugar de las afueras de París donde en junio de 1919 se firmó el tratado que puso fin a la Primera Guerra Mundial, no fue casual. Hollande destacó el simbolismo del lugar cuando Europa atraviesa un momento de «mucha incertidumbre y preocupación», en el que se ven cuestionados principios que parecían inamovibles, como la paz.
«No hay capacidad de influir si la división se instala. La unidad no significa uniformidad, razón por la que abogo por nuevas formas de cooperación», dijo el saliente mandatario francés, para quien garantizar la seguridad de Europa, proteger sus fronteras, gestionar el flujo migratorio y defender sus intereses comerciales sin caer en el proteccionismo son ámbitos prioritarios.
«Si queremos que Europa esté a la altura, tiene que extraer la lección del ‘brexit’ y ser capaz de vivir a 27», dijo Hollande, mientras que Rajoy insistió en que «Europa debe mirar lejos, porque cuando lo ha hecho es cuando ha vivido los mejores momentos de su historia».
La presidencia española recordó que esta cita da continuidad a la mantenida en Ventotene (Italia), el pasado 22 de agosto entre los jefes de Estado o de Gobierno de Francia, Alemania e Italia, y a la Cumbre que reunió en Berlín el 18 de noviembre de 2016 a los líderes de Alemania, EEUU, España, Francia, Italia y el Reino Unido.
Aunque este 25 de marzo, en Roma, servirá de marco oficial para el relanzamiento del proyecto europeo, Versalles sirvió hoy para que las cuatro grandes potencias comunitarias sentaran las bases de la visión de la que intentarán convencer al resto.
«La UE debe ser un actor sólido ante otros grandes actores de la mundialización», destacó Merkel, que demostró un impulso, optimismo, capacidad de actuar, y recordó que Europa no es un ente «abstracto», sino un conjunto de ciudadanos por cuyo bienestar se debe velar.