«Es posible pedirlo (el asilo), pero no es tan fácil (que te lo den)», dijo el abogado Paul Bekaert, que en el pasado gestionó solicitudes de asilo de parte de «terroristas» -miembros de ETA- y las autoridades belgas «nunca lo concedieron», aunque subrayó que el caso de Puigdemont «es diferente».
El expresidente de la Generalitat «no ha tomado una decisión por el momento» sobre si pedirá asilo político en Bélgica, según el letrado.
Para obtenerlo, explica, tendría que demostrarse que «la protección en el país de origen no es suficiente», lo que a su juicio «podría ser el caso» en España.
No obstante, recordó que en Bélgica las concesiones de asilo no están en manos del Gobierno sino de un comisario independiente, el Comisario General para Refugiados y Personas Apátridas (CGRS).
Bekaert no dio indicaciones sobre el tiempo que prevé permanecer en la capital belga Carles Puigdemont, y remitió a la rueda de prensa que tiene previsto ofrecer el político catalán a las 12.30 horas (11.30 GMT) en Bruselas.
En la Unión Europea se considera en general que los nacionales de sus Estados miembros no tienen necesidad de asilo puesto que los países ofrecen garantías suficientes, pero Bélgica admite la concesión de este estatuto a nacionales de los Veintiocho a través de un proceso acelerado.
Si Puigdemont decidiese solicitar asilo tendría que «demostrar claramente que en su situación personal tiene un miedo bien fundado de persecución o afronta un riesgo real de sufrir daño serio», según las normas que se aplican en Bélgica.
El comisario tiene cinco días para pronunciarse sobre la solicitud de asilo y el demandante puede recurrir la decisión que tome, aunque esto no paraliza automáticamente el proceso de retorno o expulsión.
El expresidente de la Generalitat llegó este lunes a Bruselas junto a cinco de sus antiguos consejeros, después de que el fiscal general del Estado de España, José Manuel Maza, anunciara una querella por rebelión, sedición y malversación contra él y el resto del gobierno regional, así como otra querella contra la mesa del Parlamento autónomo.
Puigdemont contactó con el abogado belga Paul Bekaert, que en el pasado ha defendido a miembros de ETA que afrontaban su expulsión de Bélgica por los procesos judiciales abiertos en España y desde ayer ejerce de «asesor» del expresidente de la Generalitat.]]>