En un comunicado publicado en Twitter, Biles dijo que había luchado con su decisión de hacer pública su historia desde que estalló el escándalo.
«La mayoría de ustedes me conocen como una chica feliz, risueña y enérgica», escribió la campeona olímpica reinante de 20 años de edad.
«Pero últimamente me he sentido un poco rota y cuanto más trato de apagar la voz en mi cabeza, más fuerte grita. No tengo miedo de contar mi historia nunca más», añadió la gimnasta.
«Yo también soy una de las muchas sobrevivientes que fueron abusadas sexualmente por Larry Nassar», agregó la diez veces campeona mundial de gimnasia.
Nassar ha sido acusado de agredir sexualmente a más de 100 niñas, incluidas varias de los equipos olímpicos de Estados Unidos.
Los compañeros de Biles, Aly Raisman, McKayla Maroney y Gabby Douglas están entre los miembros del equipo de gimnasia de Estados Unidos que han dicho que fueron atacadas sexualmente por Nassar.
El hombre de 54 años fue condenado a 60 años de prisión en diciembre por cargos de pornografía infantil.
Nassar podría ser encarcelado de por vida cuando se inicie una nueva audiencia de sentencia en Michigan esta semana por cargos separados de agresión sexual por los que se ha declarado culpable.
La joven estadounidense retornó en noviembre pasado a los entrenamientos luego de haberse tomado un año sabático tras haber ganado cinco medallas en los Juegos Olímpicos de Rio-2016 (cuatro oros y un bronce).
En su declaración en Twitter, Biles describió su tormento mientras intentaba lidiar con el abuso que había sufrido.
«Asqueroso, abusivo»
«Hay muchas razones por las que he sido reacia a compartir mi historia, pero ahora sé que no es mi culpa», escribió.
«No es normal recibir ningún tipo de tratamiento de parte de un médico de confianza del equipo y llamarlo, en forma espantosa, como un tratamiento especial».
«Este comportamiento es completamente inaceptable, repugnante y abusivo, especialmente por parte de alguien en quien se me dijo que confiara», agregó.
«Durante demasiado tiempo me he preguntado a mi misma: ‘¿Fui demasiado ingenua? ¿Fue por mi culpa?’ Ahora sé la respuesta a esas preguntas. No. No, no fue mi culpa. No, no llevaré la culpa que le pertenece a Larry Nassar, USA Gymnastics y otros».
«Es increíblemente difícil revivir estas experiencias y me rompe el corazón aún más pensar que mientras trabajo para cumplir mi sueño de competir en Tokio 2020, tendré que regresar continuamente a la misma instalación de entrenamiento donde fui abusada», apuntó.
Biles dijo que se había sentido inspirada al escuchar las historias de amigas y otras víctimas de Nassar, e insistió en que no afectaría su pasión por el deporte.
La gimnasta exigió una investigación sobre cómo Nassar había podido abusar por tanto tiempo.
«Necesitamos saber por qué esto pudo tener lugar durante tanto tiempo y para tantas de nosotras. Tenemos que asegurarnos de que algo como esto nunca vuelva a suceder», agregó.
Biles añadió: «A medida que continuo trabajando en el dolor, le pido a todos que respeten mi privacidad. Este es un proceso que necesito más tiempo para trabajar».
La Federación de Gimnasia de Estados Unidos, USA Gymnastics, emitió un comunicado en el que dijo que la organización estaba «absolutamente afligida, triste y enojada porque Simone Biles o cualquiera» de sus «atletas se han visto perjudicados por los horrendos actos de Larry Nassar».
«USA Gymnastics continuará escuchando a nuestros atletas y a nuestros miembros en nuestro esfuerzo por crear una cultura de empoderamiento con un enfoque implacable en la seguridad de los atletas todos los días», agregó.
Nassar ha sido acusado de abusar a más de 100 atletas durante las tres décadas que trabajó con el equipo de gimnasia de Estados Unidos.
Su caso fue parte de un amplio escándalo que obligó a la renuncia del jefe de gimnasia de Estados Unidos Steve Penny en marzo.
Penny fue acusado por las víctimas de no notificar rápidamente a las autoridades sobre acusaciones de abuso.
USA Gymnastics adoptó una nueva «política deportiva segura» en respuesta al escándalo de Nassar que requiere la «denuncia obligatoria» de las sospechas de abuso sexual.
Se ha presentado una demanda civil en nombre de aproximadamente 100 de las víctimas de Nassar.
Su abogado, John Manly, estimó que el número total podría ser tan alto como 160.