«He tomado la decisión de suspender la instalación del quinto ciclo de conversaciones que estaba prevista para los próximos días, hasta que no vea coherencia por parte del ELN entre sus palabras y sus acciones», afirmó Santos en una declaración pública desde la localidad de La Palma (centro).
Al mismo tiempo ordenó a la fuerza pública actuar «con máxima determinación» frente al grupo rebelde.
El mandatario, que dejará el poder en agosto, intenta desde febrero llegar a un pacto de paz con el ELN similar al que alcanzó con las FARC, la otrora guerrilla convertida en partido político.
Sin embargo, el diálogo que se lleva a cabo en la capital ecuatoriana con el ELN está en suspenso desde el 10 de enero, a raíz de una ofensiva que lanzaron los rebeldes al término de una tregua bilateral de cien días.
Para ese día estaba previsto el comienzo de la quinta ronda de las negociaciones.
Las fuerzas oficiales respondieron en acciones que dejan decenas de muertos y capturas.
El fin de semana un comando urbano de la guerrilla atacó con explosivos una estación de policía en la ciudad de Barranquilla, matando a cinco uniformados e hiriendo a otros 41, según reconoció la organización armada en sus redes sociales.
También el gobierno lo culpó de otros dos atentados contra puestos de policía que elevaron a siete la cifra de efectivos muertos y a 47 la de heridos.
«El quinto ciclo de conversaciones se instalará cuando el ELN haga compatible su conducta con la exigencia de paz del pueblo colombiano y de la comunidad internacional», señaló Santos.
Y aseguró que, entretanto, seguirá «combatiendo el terrorismo con toda contundencia como si no hubiese negociación de paz», y negociará «como si no hubiese terrorismo