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Paciente con rara enfermedad pide a Michelle Bachelet que autorice su eutanasia

Paula Díaz Ahumada, de 19 años, víctima de una enfermedad no diagnosticada que le genera fuertes dolores, recurrió a la presidenta de Chile, la socialista Michelle Bachelet, para pedirle que se autorice su eutanasia.

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«Sólo pido descanso, le suplico que me dé la eutanasia, no soporto mi cuerpo», asegura en su desgarrador mensaje Paula, retorcida de dolor, a Bachelet, pediatra de formación.

«No tengo descanso ni de día ni de noche, le suplico con toda mi fuerza que me venga a ver porque ya no puedo esperar más, no comprendo, no puedo comprender, si hemos hecho de todo y sigo luchando para que ella me escuche», dice en un video que circula por internet en el marco de la campaña #JusticiaParaPaula.

Paula asegura que su cuerpo está «desgarrado» y no puede apoyar ninguna parte que no le duela. Ni siquiera su mamá, María Cecilia Ahumada, que ha tenido que dejar de trabajar para cuidarla día y noche, la puede abrazar. «Todo me quema», asegura la joven postrada en su cama.

«¡Quiero pedir ayuda y ya no sé como hacerlo», dice, antes de contar que no quiere pasar por más hospitales porque «nada le calma».

Según la prensa local, en 2013, la joven empezó con un dolores persistentes de cabeza, a lo que siguieron dolores corporales e insensibilidad de las articulaciones. Actualmente, los dolores ni siquiera le permiten dormir y prácticamente no puede abrir los ojos porque la luz le quema.

Paula no puede sentarse ni ponerse de pie ni estar por más de 5 minutos en la misma posición.

Tras pasar por muchos hospitales, no existe un diagnóstico concluyente de su enfermedad.

Su hermana Vanessa ha declarado a la prensa local que los problemas que sufre Paula empezaron a surgir a raíz de la administración de una vacuna.

En Chile, como en la mayoría de los países, la eutanasia no es legal, aunque en la Comisión de Salud del Congreso hay un proyecto para despenalizarla que pretende no criminalizar al equipo médico que pueda practicarla y establecer un mecanismo que respete la voluntad del paciente.

El diputado que presentó dicho proyecto, Vlado Mirosevic, arremete contra «la dureza de una legislación conservadora, invasiva y brutalmente inhumana» en una carta abierta publicada en el diario digital El Mostrador.

«Chile ha sido sordo. De una sordera cómplice con la crueldad. Los dogmas o la indolencia han podido más», sostiene.

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