Internacionales

Drama de venezolanos en Quito desata solidaridad de ecuatorianos

Más de 500 venezolanos pernoctan en el terminal terrestre Carcelén, al norte de Quito, Ecuador. Decenas de mujeres embarazadas, adultos mayores, jóvenes y niños venezolanos duermen en carpas improvisadas sobre el césped, una situación que ha llevado a compatriotas y locales a auxiliarlos. 

Publicidad
FOTO: Eduardo Terán / ElComercio.com

Los venezolanos que salieron de su territorio con la esperanza de encontrar mejor calidad de vida y colaborar económicamente con sus familiares pasan penumbra en el terminal terrestre Carcelén, en la capital del país meridional. De acuerdo con el diario ecuatoriano El Comercio, antes los venezolanos se quedaban en la estación de transporte interprovincial, de donde fueron desalojados.
Según Rubén Peña, voluntario venezolano, al terminal Carcelén llegan aproximadamente 50 venezolanos diariamente, de los cuales el 90% se moviliza a Perú.
Algunas familias cercanas al lugar, no solo venezolanas sino también de Ecuador, se han acercado en repetidas ocasiones para extender su mano y regalar comida y agua en el improvisado albergue, a quienes también, en ocasiones, han entregado ropa  juguetes para los más pequeños.
Así lo confirmó al medio ecuatoriano Cristian Brito, quien dijo que existe un grupo que se comunica por chat para entregar los donativos. «Nos organizaos como familias y recolectamos las cosa para donarlas», confirmó.
La Asociación Venezuela en Ecuador indicó que no participa en albergues improvisados «y menos donde sus derechos pueden ser vulnerados, propiciando un lucro personal de algunos que se identifican como protectores y coordinadores migratorios».
«Pedimos a la comunidad no ser objetos de personas de poca fe y que no se rigen por registro jurídico y se autodenominan fundaciones o asociaciones, ellos no rinden cuentas firmes de las ayudas recibidas», indicó el grupo a través de un comunicado

Pese a la ayuda que han tendido propios y extraños a los migrantes venezolanos, algunos han denunciado la falta de tacto para entender una problemática que hoy atañe a una población y cuyos ciudadanos han preferido extenderse en otras zonas del continente.
José Carrizales contó  que llegó a refugiarse unos días en Carcelén, pero fue obligado a asalir y a instalarse en un albergue propiedad de una empresa privada, sitio que también tuvo que abandonar y donde destacó malos tratos: “Una noche dormí con mucha fiebre y no me dieron ni una pastilla”, detalló.
“Algunos dormían sin comer, no se repartían las donaciones”, afirmó Janina Ocando, quien también estuvo en dicho refugio.

Venezuela pasó de ser el país más rico de Latinoamérica a estar sumergido en una crisis generalizada. El FMI prevé una hiperinflación de 1.000.000% al cerrar el 2018, problemática que se suma a la escasez de alimentos e insumos médicos, altos índices de inseguridad que ha derivado en protestas de diversos sectores así como la salida de venezolanos a otros países.]]>

Publicidad
Publicidad