«El Ejecutivo español considera que estas declaraciones constituyen una ofensa personal al expresidente y, además, afectan gravemente a la imagen de España», indicó el comunicado del gobierno español, que especifica que la nota verbal de queja la transmitió su embajador en la OEA.
«El expresidente Zapatero desarrolla en la actualidad una actividad de mediación en Venezuela, a título estrictamente personal, pero para el Gobierno las descalificaciones sobre su persona son intolerables», abundó el texto.
El asunto se remonta a mediados de septiembre, cuando Almagro dijo que no se debía descartar «una intervención militar» en Venezuela para «derrocar» al gobierno de Maduro, al que responsabiliza por la crisis humanitaria y migratoria del país caribeño.
Jefe de gobierno español de 2004 a 2011, Zapatero respondió afirmando que era «insólito» que Almagro desconociera el derecho internacional y repudió las intervenciones militares como «una doctrina arcaica».
Pero Almagro afirmó en una entrevista al canal NTN24 que ya había aclarado que la OEA estaba «en contra de la ilegitimidad de cualquier intervención armada», acusando a Zapatero de tener «un problema muy grande de comprensión» y dándole un consejo: «Que no sea imbécil».
«El señor Zapatero ha estado luchando a favor de la dictadura venezolana en el año 2016, 2017, 2018», fustigó Almagro.
«El Ejecutivo español se ha sentido gravemente ofendido por los insultos» de Almagro, subrayó un comunicado del ministerio español de Exteriores, que le pidió poner «fin a esta innecesaria y perturbadora situación que empaña la dignidad del cargo que ostenta».
Zapatero ha sido facilitador de fallidos intentos de diálogo entre el gobierno venezolano y sus adversarios, pero estos últimos lo han acusado de actuar siguiendo los intereses de Maduro.