El pasado 25 de septiembre todo estaba listo para capturar al contratista del chavismo en Barranquilla, Alex Saab Morán. La Fiscalía y la Dijín estaban preparadas para dar la estocada pero poco sabían que Eddie Pinto, un patrullero, filtraría la información al grupo del empresario anunciándoles de su detención y dándoles el tiempo necesario para salir ilesos. Ese día, el plan no tuvo éxito
Una investigación publicada en el portal peruano El Espectador muestra cómo Pinto filtró las informaciones de la captura del empresario que se realizaría el pasado 25 de septiembre. A Saab, la Fiscalía le imputó cargos por cohecho mientras que para la defensa del empresario todo fue una extorsión.
El intento frustrado ocasionó que Saab saliera del país hacia Venezuela y permitió a sus hermanos, Luis Alberto y Amir apagar sus celulares para que las autoridades los perdieran de vista. Hasta el día de hoy se investiga si salieron del territorio en aviones privados. Luego de averiguaciones, la Fiscalía determinó que el soplón había sido Eddie Pinto, un patrullero de la Dijín que formaba parte del grupo que investigaba a Saab.
Fungía como analista de interceptaciones y el jueves 11 de octubre lo capturaron en Bogotá. Se le imputan cargos por cohecho y violación ilícita de comunicaciones o de correspondencias de carácter oficiales. Pinto afirmó estar dispuesto a «colaborar con la justicia» , pero nace otra duda: ¿Pinto recibió beneficios a cambio de información clasificada o Saab y su gente eran víctimas de extorsión? la defensa del empresario se inclina por la segunda.
Los empresarios colombianos Saab Morán y Álvaro Pulido Vargas, figueran desde 2016 como los principales inversores con el gobierno venezolano para importar buena parte de los alimentos financiados con fondos públicos, que se distribuyen a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción.
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