Internacionales

Golpe militar o intervención, dos escenarios hoy Venezuela

ANALISIS/Nicolás Maduro y Diosdado Cabello, las dos figuras fuertes del chavismo en Venezuela, han descartado la posibilidad de un proceso electoral libre que promueva una transición pacífica. En su lugar han exaltado la guerra prolongada y el despliegue de misiles como advertencia ante los escenarios de golpe interno o de una intervención extranjera.

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Por Francisco Olivares /Especial para El Estímulo @folivares10

El grupo más radical del Gobierno, aquel que ha sido vinculado al lavado de dinero, al tráfico ilegal de oro, al narcotráfico y a otros delitos financieros, es el que tendría más que perder frente a una salida negociada en la cual se aplique la solución electoral libre, supervisada internacionalmente, y en la cual se suspendan las inhabilitaciones de los partidos políticos opositores y de sus líderes hoy presos o en el exilio.

Se trata de altos funcionarios, militares o empresarios en las listas de sancionados por el Departamento de Estado o con juicios en tribunales de Estados Unidos, América del Sur o Europa, por distintos delitos ligados a la legitimación de capitales, sobornos y sobreprecios en obras públicas.

Es este sector el que mayor influencia ha tenido en el grupo del chavismo que gobierna, según las informaciones provenientes de los tribunales de EEUU, de disidentes chavistas, la fiscal en el exilio Luisa Ortega Díaz, y lo que han revelado los escándalos de corrupción más sonados en el mundo como los de Odebrecht, Andorra, PDVSA y el caso Andrade. En ellos trasciende el tráfico de miles de millones de dólares manejados por figuras que están o han estado ligadas al alto Gobierno.

De allí que la opción militar ha sido la carta más jugada por Maduro quien, intentando exaltar el patriotismo frente a una intervención extranjera, ha pasado el último mes visitando guarniciones, ordenando ejercicios militares, desplegando públicamente armas misilísticas y anunciando el uso de importantes recursos financieros para adquirir armamentos modernos.

Dos escenarios armados

Frente a ello, dos escenarios armados se colocan en primer plano: el primero es el pronunciamiento interno en la Fuerza Armada Bolivariana retirando el respaldo a Maduro y el segundo es la presión internacional, que al ver la imposibilidad de una negociación con salida electoral, acentúan las medidas de aislamiento contra Maduro al tiempo que colocan en la mesa la salida armada.

Sobre la situación militar interna, como señalamos en nuestro análisis anterior “La crisis en Venezuela escala hacia una salida militar” publicado en El Estímulo, hay dos factores a tomar en cuenta.

Los pronunciamientos militares que se han registrado en el último mes son síntomas del deterioro interno, pero se trata de hechos aislados, que solo tienen un efecto sicológico o mediático. Para que un pronunciamiento genere un efecto determinante, debe ser de carácter masivo y vinculado a las guarniciones más importantes del país, especialmente las que están cercanas a la región capital. Igualmente es de recordar que estas guarniciones fundamentales de la capital, como los batallones Ayala, Simón Bolívar y la Guardia de Honor, están comandadas por oficiales altamente ideologizados, formados en Cuba y son receptores de importantes privilegios, mientras sus guarniciones gozan de presupuestos paralelos.

Recientemente, el jefe del Comando Sur de Estados Unidos, almirante Craig Faller, aseguró que unos 2.000 oficiales son el «centro de gravedad», de la dictadura en Venezuela.

Al comparecer ante el Comité de Servicios Armados del Senado de EEUU, el alto oficial afirmó, además, que la mayoría de estos militares está “a sueldo de Nicolás Maduro”, subrayando que los generales en Venezuela son «más que los existentes en toda la OTAN combinada» (…) «gran parte de ellos están implicados en redes de clientelismo, incluido el tráfico de drogas y los ingresos petroleros, con los que Maduro compra su lealtad».

Es de destacar cómo a partir de 2015 Nicolás Maduro, fortaleció la Guardia de Honor Presidencial, transformándola en una brigada. Según señala el informe presentado por la ONG Control Ciudadano, que preside la especialista en temas militares, Rocío San Miguel, se procedió a la conversión de la Unidad de Seguridad y Protección Presidencial en Brigada Especial de Protección y Aseguramiento Presidencial con la expansión de las unidades militares, “sin precedentes”, creándose y activándose 6 batallones y una unidad especial de aseguramiento vial presidencial, francotiradores y una división de operaciones aeroespaciales; además de fortalecerse la Unidad Especial de Seguridad y Protección de Personalidades de Estado, creada en 2014, ahora con 5 batallones y a la disposición del Presidente de la República.

De manera que esas unidades, con una mayoría de su oficialidad entrenada en Cuba y con altos privilegios, es una de las garantías con las que cuenta Nicolás Maduro para enfrentar un eventual pronunciamiento militar en contra su Gobierno.

Igualmente se destaca en el informe el desarrollo y reorganización de la llamada defensa aeroespacial de Venezuela, con la activación de importantes grupos misilísticos de defensa aérea y su incorporación a las brigadas geográficas.

Con estas inversiones, el gobierno de Maduro previó escenarios como el actual, en los cuales la crisis económica, política y social, que afecta a todas las instancias del país, pudiera llegar también, como en efecto así ha ocurrido, a la FANB, y en consecuencia exponer al poder central a un escenario de rebelión interna.

Uno de los mensajes que se han dirigido desde EEUU para estimular el quiebre a esa lealtad, no solo ideológica, sino también económica, de los altos mandos militares venezolanos, ha sido la oferta de amnistía.

El almirante Craig Faller, lo expresó señalando:

“Para lograr el control de las fuerzas armadas (en Venezuela) es necesario que se le den garantías a los altos mandos, que son esencialmente corruptas. Maduro los está comprando. Pero, para acabar con esa falsa lealtad a Maduro es necesario darles alguna forma de amnistía. Y eso es muy importante solo si ellos están convencidos de que la amnistía es verdadera”.

Como ejemplo puso el caso de cómo, al final de la década de los 80, cuando Ferdinand Marcos tenía cientos de miles de manifestantes protestando en las calles de Filipinas, “nosotros organizamos su salida y le garantizamos a Marcos que no sería enviado de nuevo a Filipinas para ser juzgado allí por los crímenes cometidos. Creo que esa es la vía para salir de Maduro”.

Esa oferta también ha sido promovida por Juan Guidó y fue el centro de la masiva movilización del pasado 12 de febrero.

Estados Unidos y la intervención

Aunque Donald Trump y voceros de su gobierno han sostenido que todas las opciones están en el tablero para lograr la salida de Nicolás Maduro del poder en Venezuela y promover una transición, la opción armada desde el exterior aún no se encuentra en una fase cercana.

Eso significa que el presidente Trump usará a los organismos de inteligencia y la vía diplomática hasta agotarse, más la presión financiera y las sanciones impuestas a figuras del chavismo. De no funcionar esas medidas, la intervención militar se presentará en escalada con bloqueos y ataques selectivos, para finalmente llegar al acto de guerra, como ha ocurrido en otros escenarios.

Esas escalas, como lo señalamos en nuestro reportaje anterior, se conocen como DEFense CONdition o condiciones de defensa, que en términos políticos se utiliza para referirse al empleo progresivo de la fuerza y es manejado por el Consejo de Seguridad.

Es una escala que va del nivel 5 que es la paz, hasta el nivel 1, que es el despliegue de tropas para entrar en combate. Es de destacar que esta fase requiere de la aprobación del Congreso de Estados Unidos y ese paso ya ha encontrado trabas en la bancada demócrata, cuyos congresistas no se han alineado con los republicanos para pactar un apoyo total a Juan Guaidó.

El punto de desacuerdo está justamente en el apoyo al empleo de la fuerza militar en Venezuela.

En la actualidad podríamos ubicar la escala, en DEFCON 4, en la que políticamente se demuestra un compromiso con el proceso de transición hacia la democracia. Esa escala se ha observado en toda la política emprendida por EEUU con los países de la Unión Europea, de Latinoamérica, y las medidas financieras internacionales que se han aplicado en el último mes.

Asimismo se refleja en las declaraciones de sus jefes de seguridad, del propio presidente Trump y las reuniones que ha sostenido el jefe del Comando Sur y declaraciones sobre Venezuela.

Esa fase podría mantenerse por poco tiempo y no pasar de inmediato a la fase DEFCON 3, con movilización de tropas, dependiendo de las acciones que pudiera emprender Nicolás Maduro contra el presidente interino, Juan Guaidó o la Asamblea Nacional de Venezuela, con mayoría opositora. Asimismo está en expectativa la situación que pudiera presentarse con la ayuda humanitaria auspiciada por Estados Unidos y que forma parte de la estrategia geopolítica de EEUU a favor de una transición.

El conflicto y la ayuda humanitaria

“La ayuda humanitaria entrará sí o sí a Venezuela porque el usurpador va a tener que irse sí o sí de Venezuela”. La frase corresponde a Juan Guaidó y con ella refleja cómo la concentración de ayuda humanitaria que ha llegado a Cúcuta, Colombia, es una estrategia primordial de la acción política en la que se miden las fuerzas del poder dual que se debate en Venezuela.

Asimismo refleja que la estrategia para asistir a las víctimas de la crisis puede convertirse en el primer escenario de conflicto entre las partes que ya alcanzan un rango internacional. Un conflicto entre las fuerzas democráticas y los aliados internacionales de la izquierda radical.

Las imágenes del bloqueo con contenedores por parte del gobierno de Maduro, en la frontera con Colombia, han colocado tal ayuda humanitaria en una confrontación internacional de poderes que puede devenir en la profundización del conflicto y llevarlo al escenario bélico.

Mauricio Claver Carone, quien es el asesor de Seguridad Nacional para el Hemisferio Occidental del presidente Donald Trump, en entrevista concedida a El Tiempo de Bogotá, ha declarado que “es solo cuestión de tiempo que la ayuda humanitaria ingresará a Venezuela”.

Cuando una declaración como esta es referida por el asesor de seguridad de EEUU, implica que detrás de esa acción hay un componente geopolítico que incluye a toda la alianza por la transición. En dicha entrevista el experto en seguridad se refirió al “cerco humanitario” y describió el momento que vive Venezuela como “irreversible” que solo concluirá con la salida de Maduro.

Al referirse a la ayuda humanitaria Claver señaló que continuarán llevándola y “de hecho la vamos a incrementar, no sólo en Cúcuta sino alrededor de Venezuela en muchos puntos”. Señala el asesor de Trump que no es un tema de que si podría entrar, sino de cuándo. Indica que “cuando usted tiene 30 personas bloqueando el ingreso de comida y las medicinas que necesitan 30 millones de persona, pues es una pelea perdida”. Y resalta Clever que “vamos a rodear a Venezuela con ayuda humanitaria” enfatizando que “el camino en el que vamos es irreversible”.

“Ningún militar puede detener a los jóvenes venezolanos, ningún militar puede detener la ayuda que el pueblo precisa, la juventud va a llevar adentro y va a lograr que y su pueblo acceda a los recursos necesarios. Sigan adelante, a romper las cadenas” , dice el secretario general de la OEA, Luis Almagro, refiriéndose al rol de la ayuda humanitaria.

De manera que, si bien, aún no está en Colombia el grupo Anfibio de la FA de Estados Unidos con 5 mil marines, en esta fase, una fuerza de medicinas y alimentos comienza a rodear al país.

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