Internacionales

Corea del Norte ofrece más negociaciones a Estados Unidos tras Hanói

Corea del Norte ofreció este viernes más negociaciones con Estados Unidos, mientras ambos tratan de mantener una puerta abierta sin dejar de defender sus posiciones en la cumbre de Hanói, que acabó sin un acuerdo de desnuclearización por parte del régimen de Pyongyang

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Fotografía: AFP

La reunión entre el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acabó abruptamente el 28 de febrero, sin comunicado conjunto ni ceremonia de firma.

Cada uno trató de culpar al otro del desenlace de la cumbre, y Trump aseguró que Corea del Norte habría pedido que se levantaran todas las sanciones por sus programas de armas prohibidas.

Sin embargo, en una inusual conferencia de prensa, el ministro de Relaciones Exteriores de Corea del Norte, Ri Yong-ho, dijo que solo habían pedido que se relajaran con algunas de las sanciones a cambio de cerrar todas las instalaciones de producción nuclear del complejo de Yongbyon, ubicada en el norte del país.

Pese a las discrepancias, este viernes la agencia oficial de noticias norcoreana KCNAaseguró que los dos líderes habían tenido un intercambio constructivo y sincero.

Las relaciones entre los dos países, en la técnicamente inacabada guerra de Corea, se había caracterizado por la desconfianza y el antagonismo durante décadas, generando más dificultades inevitables en el camino a una nueva relación.

«La reunión de Hanoi fue exitosa y Kim le prometió a Trump otro encuentro», afirmó KCNA.

De manera similar, Trump dijo antes de abandonar la capital vietnamita que esperaba verse de nuevo con Kim.

El mandatario estadounidense explicó que prefiere hacer las cosas bien que hacerlas rápido, mientras reafirmaba su estrecha relación con Kim.

Miles de millones de dólares

El resultado en Hanói estuvo muy por debajo de las expectativas. Se esperaban avances concretos después de aquella primera toma de contacto personal que fue la cumbre de Singapur de hace ocho meses, de la que salió solamente un compromiso vago de Kim para trabajar hacia la desnuclearización completa de la península de Corea.

Según altos funcionarios estadounidenses, en la semana anterior a la cita en Vietnam, los norcoreanos exigieron el levantamiento de todas las sanciones económicas impuestas por el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas a Pyongyang desde marzo de 2016 y que equivalen a muchos, muchos miles de millones de dólares, según declaraciones de un funcionario de alto rango estadounidense.

«Ello nos hubiera puesto en una posición de subvencionar el desarrollo en curso de las armas de destrucción masiva de Corea del Norte. En sus conversaciones, el presidente desafió a los norcoreanos a que fueran por más. El presidente alentó al líder norcoreano a apostar todo. Y nosotros estábamos preparados para hacerlo también», dijo el funcionario estadounidense.

A pesar del abismo que separa a ambas partes, el funcionario, como Trump, intentó mantener un tono positivo. Indicando que no se acercaron lo suficiente en esta cumbre, pero se sintieron alentados.

El secretario de Estado, Mike Pompeo, quien de visita en Manila, declaró: «Estados Unidos está deseando volver a la mesa para continuar esta conversación que conducirá a fin de cuentas a la paz y a la estabilidad».

China, principal valedor del aislado régimen de Corea del Norte, pidió este viernes que se discuta en la ONU el levantamiento parcial de las sanciones económicas a Pyongyang.

Una montaña rusa

Los analistas coincidieron en que el fracaso de Hanói no significaba el fin de las negociaciones.

«No creo que sea un desastre y no termina el proceso de diálogo», dijo Chris Green, del International Crisis Group.

Green explicó: «Trump no podía darse el lujo de hacer un mal negocio en Hanoi. Para él es beneficioso parecer duro».

Otros señalaron la falta de preparación antes de la reunión, con dos partes muy separadas e incapaces de salvar las diferencias a tiempo.

La antigua embajadora estadounidense en Corea del Sur, Kathleen Stephens, dijo que el impasse ponía de relieve la importancia de las discusiones a nivel de trabajo.

Stephens citó como ejemplo que Kim puso más énfasis en las sanciones de lo que muchos predijeron.

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