El magnate republicano, que ha hecho de la lucha contra la inmigración ilegal una marca de su gestión, desarrolló este nuevo proyecto con su yerno y asesor Jared Kushner. Se presentará a las 14H30 (18H30 GMT) en la Casa Blanca.
El objetivo de la iniciativa es «modernizar» el sistema de inmigración legal «que ha permanecido sin cambios durante décadas», dijo a Fox la portavoz presidencial Sarah Sanders.
«Queremos avanzar hacia un sistema basado en el mérito», agregó, alentando la llegada de trabajadores cualificados que puedan contribuir al crecimiento de Estados Unidos. «La economía está en auge, necesitamos mano de obra», continuó.
Según The Washington Post, la nueva política permitirá tener en cuenta la calificación, la edad o el sector de actividad de los solicitantes de «green cards», los famosos permisos de residencia permanente, en detrimento de los criterios de reunificación familiar.
De esa manera, Estados Unidos abriría las puertas a personas con mejor educación y ofertas de empleo, al tiempo que restringiría la entrada masiva de inmigrantes pobres y solicitantes de asilo que desbordan las instalaciones migratorias en la frontera de Estados Unidos y México.
Los inmigrantes tendrían que demostrar, entre otros puntos, su fluidez en el inglés, y aprobar un examen sobre la vida cívica estadounidense.
El número de «green cards» se mantendrá sin cambios en alrededor de un millón, lo que no complacería a algunos de los republicanos que hacen campaña para cerrar más las fronteras.
El proyecto también podría disgustar a la oposición demócrata, ya que no contempla, según lo publicado en medios locales, a los «Dreamers» («Soñadores»), jóvenes que llegaron ilegalmente antes de los 16 años a Estados Unidos.
Su paso por el Congreso, por lo tanto, parece difícil. Tanto, que analistas ven esta propuesta más como una iniciativa de campaña que como una apuesta seria al cambio de legislación.
«Malentendido»
«A la luz de las actuales controversias de inmigración, es poco probable que el Congreso adopte una reforma este año, especialmente con las elecciones presidenciales de 2020 a la vista», dijo el profesor de Ley de Inmigración de la Universidad de Cornell Stephen Yale-Loehr.
Pero el problema puede estar en otra parte. La política de migración de Donald Trump ha sido denunciada regularmente por la comunidad empresarial, incluido Silicon Valley, que emplea a miles de ingenieros extranjeros, o los agricultores que dependen de mano de obra barata y de temporada.
En 2017, los jefes de Apple, Microsoft, Google, Facebook, Airbnb y Netflix, manifestaron que las medidas que prohibían la entrada al país a ciudadanos de siete países de mayoría musulmana eran «contrarias a los valores de Estados Unidos».
«Hubo al menos un gran malentendido: el presidente quiere que la gente venga a nuestro país», dijo Sarah Sanders. «Quiere que vengan legal y fácilmente para aumentar nuestra fuerza laboral y el crecimiento», agregó.
Sin embargo, el mensaje presidencial no apunta a eliminar las medidas represivas en la frontera. «Hay una verdadera crisis en la frontera», dijo Sanders.
«Invasión»
Trump no para de denunciar «una invasión» de migrantes ilegales, que según él incluyen a muchos narcotraficantes y delincuentes.
Para bloquearlos, quiere erigir un muro entre México y Estados Unidos.
Pero la negativa de los demócratas, que controlan la cámara baja del Congreso, a financiar esta construcción lo ha llevado a declarar una «emergencia» en la frontera, lo que le permite aprovechar los presupuestos militares, esquivando la aprobación legislativa.
Según cifras oficiales, más de 100.000 migrantes fueron detenidos luego de cruzar ilegalmente la frontera desde México en abril, cifra que marcó un crecimiento por segundo mes consecutivo.
Si bien este flujo ya se ha registrado en el pasado, actualmente incluye muchas más familias y menores no acompañados, casi todos de Guatemala, Honduras y Salvador.
Huyendo de la violencia y la miseria de las pandillas en estos países centroamericanos, generalmente solicitan asilo al llegar y no pueden ser deportados hasta que un juez decida sobre su caso. La mayoría son liberados mientras se lleva a cabo el análisis.
Trump critica este sistema que, según él, les permite desaparecer en territorio estadounidense. El lunes, volvió a denunciar en Twitter las leyes «relajadas, ineficientes y peligrosas».
Sin embargo, según los medios estadounidenses, el plan que se divulgará el jueves no aborda este tema.