Internacionales

Gobiernos de Venezuela y Uruguay salen beneficiados de negocios turbios

El programa uruguayo "Santo y Seña" publicó un programa el pasado seis de junio sobre los negocios de Uruguay con Venezuela, en ell que analizaron los diferentes negocios que habían realizado empresas venezolano con diferentes organizaciones uruguayas.

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Fotografía: Prensa Miraflores

Durante la emisión del programa se indicó que los primeros negocios entre el Frente Amplio y el gobierno venezolano comenzaron desde que la izquierda empezó su primer gobierno en Uruguay, en marzo de 2005, con el primer mandato del presidente Tabaré Vázquez.

El 2 de marzo del 2005 se realizó una conferencia de prensa en el Palacio Estévez, donde el reciente electo mandatario Tabaré Vázquez y su par venezolano, Hugo Chávez, acordaron un intercambio de petróleo venezolano por distintos bienes uruguayos. Marcando el principio de una relación afectiva entre las dos naciones.

En la misma conferencia Vázquez anunció que Venezuela proveería a Uruguay de petróleo a bajo precio por distintos intereses como software, vivienda y alimentación.

“El intercambio de petróleo que nosotros no tenemos y ellos tienen, por alimentos, por conocimiento, por inteligencia, por software; pero también pensando en aspectos quizás más cotidianos, por ejemplo, el tema de la vivienda, que creo que es uno de los temas en los que Uruguay y Venezuela podemos trabajar juntos”, dijo el presidente de Uruguay Tabaré Vásquez.

En el año 2006, Javier Vázquez, hijo del presidente uruguayo, comenzó a emprender negocios con empresas estatales venezolanas con respecto al tema del software.

Empresas informáticas uruguayas vendieron productos por casi 75 millones de dólares a una empresa estatal venezolana, según fuentes que estuvieron en las negociaciones, las cuales aseguran que la ganancia de Javier Vásquez fue de alrededor 3%, es decir un equivalente de dos millones de dólares.

El ex canciller mexicano, Jorge Castañeda, fue el encargado de expandir las sospechas aludiendo que hubo negocios turbios entre el presidente de Uruguay, su hijo y el gobierno venezolano.

Más tarde, el gobierno uruguayo dio una respuesta el primero de febrero del 2019 sobre las supuestas negociaciones donde estaba implicado el hijo de Vásquez.

El comunicado indicaba que estas versiones buscaban entorpecer y desprestigiar la imagen del presidente de Uruguay, quien busca el camino del diálogo para alcanzar la solución a la crisis humanitaria en Venezuela.

Sin embargo, varios dirigentes políticos uruguayos, incluyendo el actual secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, argumentaron que la respuesta de la Presidencia tuvo que ser mucho más explícita y que requería de más detalles.

Javier Vázquez buscaba negocios en Venezuela

El hijo del presidente uruguayo se graduó de ingeniero informático y antes de que su padre se convirtiera en mandatario, él trabajaba en una empresa que llamada Interamericana de Computos (INCO), la cual vendía productos informáticos a empresas públicas y privadas alrededor de todo Uruguay. Javier Vázquez trabajaba en conjunto con dos empresas estatales uruguayas, UTE una empresa de electricidad y Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Portland (Ancap).

Para el año 2004, cuando Tabaré Vázquez se perfilaba como posible ganador, Javier Vázquez deja su puesto como ingeniero informático y comienza a viajar para explorar posibles negocios en el exterior, sobretodo en Venezuela.

Según la información de «Santo y Seña», Vázquez realizó más de 40 viajes a Venezuela desde el 2003 a 2004. Tratando de concretar negocios con el gobierno de Venezuela y las empresas públicas.

En 2006 Javier Vásquez con un grupo de empresarios uruguayos concretaron varios negocios con Venezuela.

Los negocios comenzaron por un decreto que hizo el ex presidente Hugo Chávez en 2004, el cual comunicaba que todas las empresas de púbicas en Venezuela debían migrar a software libre, es decir los usuarios tienen la libertad de ejecutar, copiar, distribuir, estudiar, cambiar y mejorar el software con cualquier propósito.

Javier Vásquez se contactó con Nicolás Jodal, ingeniero, profesor y empresario uruguayo, el cual es propietario de Artech, una empresa informática desarrolladora de una pieza llamada GeneXus, una herramienta de desarrollo multiplataforma basada en la representación del conocimiento.

Estas herramientas fueron ofrecidas por un grupo importante de empresas uruguayas a corporaciones venezolanas y después de varias reuniones el Ministerio de Ciencia y Tecnología de Venezuela, logró concretar el proyecto.

Según algunas fuentes del programa, Javier Vásquez se quedaba con un porcentaje de estas negociaciones millonarias.

¿Venezuela con qué se quedaba?

Se desarrolló un proyecto de informatización a la empresa estatal de telecomunicaciones CVG Telecom, la cual ahora funciona con el nombre Telecom Venezuela, por 62 millones de dólares.

Más de cinco empresas uruguayas realizaban negocios con empresas estatales venezolanas.

Artech firmó un contracto con el Ministerio de Ciencia y Tecnología para la capacitación y licenciamiento de 1.000 licencias que se habían realizado. Además de otros negocios que estaban valorados en tres millones de dólares.

Montevideo COMM realizó negocios para la gestión de portales por más de 1.200.000 dólares.

GeoCom le vendió un sistema de gestión a alcaldías a Venezuela por más de 2.800.000 dólares.

Todo esto da un total de 74 millones de dólares gastados y Javier Vásquez se llevaba alrededor de 3% de las ganancias.

Otro de los negocios más fructuosos entre Venezuela y Uruguay era la venta de casas prefabricadas. En 2005 se vendieron 12.000 casas prefabricadas por 156 millones de dólares por parte de la empresa Umissa y ninguna fue montada, aseguró Esteban Valenti, ex militante del Frente Amplio.

“Se construyeron parte de las casas, pero ninguna está completa, así que las partes de las casas se estarán pudriendo el algún puerto venezolano”, dijo Valenti.

Según el abogado de la empresa Umissa se enviaron 4.500 kits de casas prefabricadas a Venezuela y se construyeron apenas algunas casas de muestra, pero la mayoría de los kits se quedaron en los puertos venezolanos.

Según los reportes del gobierno de Venezuela, Umissa terminó construyendo solo 5.000 casas.

Petróleo por Alimentos

Uno de los negocios más importantes que realizaba el gobierno venezolano con diferentes empresas uruguayas era el de los alimentos. La empresa Aire Fresco, se dedicaba a distribuir alimentos a Venezuela y  sus directores Omar Alaniz y Carlos Decia estaban vinculados al Movimiento de Participación Popular (MPP) y durante el gobierno de Mujica concretaron ventas millonarias.

Varias empresas uruguayas hicieron negocios con las empresas estatales venezolanas, donde estaban implicados dirigentes políticos y militares venezolanos, de ahí salieron beneficiados todos menos el pueblo venezolano.

“Se le robo a los niños venezolanos una cantidad muy grande de plata”, dijo Valenti.

El gobierno de Uruguay realizó diferentes comunicados criticando la crisis humanitaria que hay en Venezuela. Sin embargo, rechazó categóricamente una intervención militar por parte del gobierno de Estados Unidos.

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