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El muro entre la derecha moderada y la extrema derecha se fisura en Alemania

Hasta ahora tabú en Alemania, la idea de una alianza política entre el partido conservador de Angela Merkel, con problemas, y la extrema derecha, en pleno auge, comienza a plantearse y a sembrar cizaña.

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FOTOGRAFÍA: AFP - REFERENCIA

Actualmente, la dirección del movimiento democristiano (CDU) de la canciller rechaza categóricamente esta opción, sobre todo después del asesinato a principios de junio de uno de sus políticos locales proinmigración, cuyo autor fue supuestamente un militante neonazi.

Pero este incipiente debate, impensable hace unos años, es hoy en día bien real. Está alimentado por tres elecciones regionales clave a partir de septiembre en el este del país, donde el partido antiinmigración y de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) podría, según los sondeos, encabezar los resultados y complicar la formación de coaliciones locales de gobierno.

«Nunca se sabe»

«No tendríamos que excluir la posibilidad de una coalición» con la AfD. Estas declaraciones de un responsable de la CDU en uno de los estados de la ex-RDA, Sajonia-Anhalt, cayeron esta semana como una bomba.

«No es posible ahora, pero no sabemos cómo será la situación dentro de dos o cinco años», añadió Ulrich Thomas en el diario Mitteldeutsche Zeitung.

Otro dirigente de la CDU en Sajonia-Anhalt, Lars-Jörn Zimmer, señaló por su parte que los electores de su formación y los de la AfD tenían los mismos objetivos y formaban parte de una «mayoría conservadora» en Alemania.

Poco antes, fue el exjefe de Inteligencia Interior, Hans-Georg Maassen, miembro del ala más dura de la CDU, quien no excluyó una alianza a nivel nacional.

«Nunca se sabe», apuntó.

Estas insinuaciones fueron aprovechadas por la AfD, cuyo vicepresidente, Georg Pazderski, se felicitó el domingo de que «el frente unido (contra su movimiento) comience a desmoronarse».

«En particular, las bases de la CDU, masivamente decepcionadas por sus propios dirigentes, no pueden oír hablar que el partido está más cerca de la izquierda que de la AfD», declaró al diario Die Welt.

Una alusión a la reorientación hacia el centro del partido conservador durante la era de Angela Merkel desde 2005, que gobierna con los socialdemócratas.

Y al hecho de que si hubiera elecciones, sería quizás con los ecologistas, en plena progresión, con quien el centro-derecha podría formar una coalición de gobierno.

La CDU bajo presión

La formación de la canciller está bajo presión: tras la victoria decepcionante en las legislativas de 2017, el partido sigue cayendo en los sondeos.

Y el otoño se anuncia muy turbulento, con las elecciones regionales a partir de septiembre en Brandeburgo, Turingia y Sajonia, todos bastiones de la AfD en la antigua RDA. Este partido podría incluso convertirse en estos estados federales la primera fuerza política.

Para los Verdes, es impensable gobernar a nivel nacional con la CDU si el partido pacta a nivel local con la extrema derecha.

«Sería una brecha en la barrera democrática y esto aumentaría de repente la distancia que nos separa» de la CDU, advirtió el viernes uno de sus dirigentes, Michael Kellner.

Este nuevo debate, que irá en aumento en los próximos meses, es un problema adicional para el partido de Merkel.

Su presidenta, Annegret Kramp-Karrenbauer, llamada «AKK» y previsiblemente sucesora de la canciller, es cuestionada en interno tras el duro revés electoral en las elecciones europeas.

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