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Murió Lee Iacocca, el padre del Mustang

Reconocido como el padre del Mustang y el salvador de Chrysler, Lido Anthony Iacocca fue un norteamericano de padres inmigrantes italianos que vio a su familia perder casi todo durante la Gran Depresión de los años 30 en Estados Unidos. Se convirtió en uno de los hombres más icónicos en el mundo automotor.

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Fotografía: Archivo AP Foto/Osamu Honda

Lee Iacocca, considerado como el padre del icónico Ford Mustang y famoso por haber salvado Chrysler de la bancarrota, murió la noche del martes 2 de julio, a los 94 años, informan los medios estadounidenses.

Iacocca, cuyo nombre completo era Lido Anthony Iacocca, comenzó su extensa carrera en el sector en 1946 en Ford, primero como ingeniero y luego en los equipos de venta y marketing. También escribió dos libros que fueron best sellers e incluso fue invitado a ser candidato presidencial.

En este último departamento fue donde pudo mostrar todo su talento para la promoción.

Una campaña suya tuvo tanto éxito a mediados de los años 50 que llamó la atención de la dirección de Ford, que lo convocó a su sede de Dearborn.

Iacocca logró ventas enormes, especialmente con el Ford Mustang, que diseñó en 1957. 

Años después, se hizo famoso por aparecer en anuncios de Chrysler en los que apuntaba un dedo hacia el espectador mientras pronunciaba la frase: «Si encuentra un coche mejor, cómprelo».

Llegó incluso a rodar un anuncio en 2005 con el rapero Snoop Dogg para promocionar modelos de Jeep y Chrysler.

Iacocca evitó la bancarrota de Chrysler en los ochenta tras haber sido expulsado de la dirección de Ford por Henry Ford II en 1978, a pesar de haber obtenido excelentes resultados, ya que se le acusaba de haber intrigado para alcanzar la cima de la compañía. 

En 1979, Chrysler tenía una deuda de 5.000 millones de dólares y un sistema fabril hipertrofiado que producía autos de gran consumo de gasolina rechazados por los consumidores.

Cuando los bancos lo rechazaron, Iacocca y el sindicato del automotor convencieron al gobierno que aprobara garantías por valor de 1.500 millones de dólares para mantener a flote a la tercera automotriz del país.

Iacocca obtuvo concesiones salariales del sindicato, cerró o consolidó 20 plantas, despidió a miles de trabajadores y presentó autos nuevos.

La estrategia funcionó. El Dodge Aries y el Plymouth Reliant eran autos económicos, de bajo consumo de combustible con seis plazas. En 1981, ganaron el 20% del mercado de autos compactos. En 1983, Chrysler canceló sus préstamos del gobierno con intereses y siete años de anticipación.

Al año siguiente, presentó el minivan y creó un mercado nuevo.

Sus críticas a Japón, cuyas prácticas comerciales destruían según él los empleos estadounidenses, le ganaron durante un tiempo el apoyo de los sindicatos y de los demócratas. 

Los miles de despidos que decidió a finales de los ochenta para volver a rescatar Chrysler lo enemistaron con el Partido Demócrata.

Tras abandonar la compañía a principios de los noventa, intentó adquirirla lanzando una OPA hostil con el multimillonario Kirk Kerkorian, pero esta fracasó.

El padre del Mustang reconoció en varias oportunidades que la Gran Depresión de los años 30 lo marcó profundamente al dejar en la ruina a su familia de inmigrantes italianos, que hasta ese momento vivían de forma ostentosa. 

«La Depresión me convirtió en un materialista. Perseguía el dinero», declaró.

En sus últimos años padeció el mal de Párkinson, pero aún no se sabe cuál fue el verdadero motivo de su muerte.

Con información de AP y AFP.

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