El paciente había ingresado al CTE el martes en la mañana, por lo que levaba 26 horas ingresado en el momento del deceso.
«Este caso venía de la región (Ituri) donde hay minas y bosque. Se contagió sin lugar a dudas allí y luego volvió a su casa, en la zona de sanidad de Nyiragongo», relató el profesor Jean-Jacques Muyembe, el secretario que coordina la respuesta contra este brote, al periódico local Actualité.
Es el segundo caso confirmado de Ébola en Goma, «otra señal preocupante de que este brote claramente no está bajo control», señaló MSF.
El caso ilustra uno de los principales desafíos de la lucha contra el Ébola: la detección temprana y el ingreso a un centro médico en el menor tiempo posible. «Esto solo sucederá si la comunidad confía en la respuesta y se garantiza que las personas que experimentan síntomas puedan recibir atención adecuada y oportuna», añadió la ONG.
El primer caso registrado en Goma fue un pastor evangelista que llegó en autobús a la ciudad y murió el pasado 16 de julio mientras era trasladado a un centro médico en la localidad de Butembo.
El virus del ébola se transmite a través del contacto directo con la sangre y los fluidos corporales contaminados, provoca fiebre hemorrágica y puede llegar a alcanzar una tasa de mortalidad del 90 % si no es tratado a tiempo.
Según los últimos datos de la OMS, el brote, que comenzó en agosto de 2018, se ha convertido en la mayor epidemia registrada en el país y la segunda mayor de la historia, con más de 2.500 casos confirmados y más de 1.600 muertes declaradas.
Por su parte, el Fondo de la ONU para la Infancia, Unicef, se manifestó el día martes cuando advirtió de que 3 de cada 10 pacientes de la epidemia de ébola son niños.
En concreto, de los 2.671 casos confirmados de ébola en las provincias congoleñas de Kivu del Norte e Ituri, 718 son niños y más de la mitad de estos son menores de 5 años, según informó el especialista en salud de Unicef, Jerome Pfaffman, tras haber estado desplazado en la zona afectada.
“La vacuna es una herramienta más entre las que tenemos», expresión Michael Ryan, director ejecutivo del Programa de Emergencias de la OMS, «pero si no toda la población que lo necesita es vacunada, el efecto comunitario es menor».
Ryan añadió que no se está consiguiendo vacunar a todos los contactos debido a la falta de confianza de la comunidad, a la desinformación y al acceso a la población y la seguridad.
La responsable de Vacunación de MSF, Miriam Alía, la vacunación en anillo no es suficiente para contener la epidemia de ébola.
“No porque la vacuna no sea eficaz», explicó, «que lo es, sino por la estrategia que se está utilizando. Estamos viendo que la vacunación en anillo, que depende de la vigilancia epidemiológica, está teniendo muchas dificultades -por seguridad, por rechazo de la población…- y el anillo no está completo“. Debido a esto, muchos contactos no son localizados y se producen fallecimientos en los domicilios y en centros no ébola.
En mayo, el Grupo Estratégico Asesor de Expertos en Inmunización recomendó al Ministerio de Salud del Congo rediseñar la estrategia y hacerla más oportunista, así como aplicar una vacunación de masas preventiva, así lo informó Diario Médico.
El pasado 25 de julio la Unión Europea aprobó treinta millones de euros para combatir la epidemia, sumándose a los 47 millones que la UE ya había destinado a esta causa desde agosto de 2018, cuando el brote fue anunciado oficialmente por el Ministerio de Salud congoleño.
El brote ocurrido entre 2013 y 2016 en África Occidental ha sido el más complejo desde que se descubrió el virus en 1976, y suma más casos y muertes que todas las epidemias anteriores juntas. Con la particularidad de que, además, se extendió desde Guinea hasta Sierra Leona y Liberia.
Desde su inicio a finales de 2013, la epidemia de ébola confirmó 28.602 casos y 11.301 fallecimientos.