«El secretario general reitera su firme apoyo a la iniciativa de la facilitación noruega» y «anima a los principales actores políticos de Venezuela, y a sus representantes en las negociaciones, a seguir comprometidos con estos esfuerzos, en beneficio del pueblo de Venezuela», dijo el vocero Stephane Dujarric en un comunicado difundido la noche del viernes.
Tras una nueva ronda de conversaciones en Barbados, la cancillería noruega informó que los representantes del mandatario Nicolás Maduro y del líder opositor Juan Guaidó mantenían su compromiso de buscar una solución acordada y constitucional a la crisis venezolana.
Es el primer pronunciamiento del secretario general sobre esta iniciativa que comenzó en mayo en Oslo.
Guaidó, reconocido como presidente interino por unos 60 países, entre ellos Estados Unidos, ha dicho que busca en las negociaciones la salida de Maduro y una nueva elección, al considerar que su segundo período, iniciado en enero pasado, resultó de comicios fraudulentos.
Pero el mandatario chavista ha descartado renunciar y advierte que el diálogo debe apuntar a la «convivencia democrática» y a poner fin al «golpismo» de sus adversarios y los supuestos planes de Washington para apoderarse de la mayor reserva de petróleo.
Los críticos del diálogo argumentan que el gobierno socialista solo quiere ganar tiempo con las conversaciones.
Durante la gestión de Maduro, Venezuela se hundió en la peor debacle de su historia moderna, llevando a unas cuatro millones de personas a emigrar desde 2015, según la propia ONU.
El heredero del fallecido Hugo Chávez (1999-2013) achaca la crisis a una «guerra económica» y a sanciones de Estados Unidos, que incluyen un embargo petrolero desde abril. No obstante, la oposición denuncia la corrupción como el detonante principal.