«Ya no hay mayoría gubernamental (…) demos la palabra a los electores», anunció en un comunicado.
El pedido fue hecho tras una jornada de reuniones y negociaciones, entre ellos con el jefe de gobierno, Giuseppe Conte, quien a su vez consultó al presidente Sergio Mattarella.
La decisión desata una crisis de gobierno y fue tomada un día después de que rompiera con su aliado antisistema del Movimiento 5 Estrellas por el controvertido proyecto de línea de tren de alta velocidad entre Francia e Italia, mejor conocido como TAV.
Los aliados votaron en el Senado en forma opuesta y el texto a favor de la obra fue aprobado tal como pedía Salvini, mientras que el M5E quedó en minoría.
Con el colapso de la coalición gubernamental se abren varios escenarios políticos en plena temporada de vacaciones.
Salvini reiteró que «es inútil seguir adelante entre vetos y disputas, como ha ocurrido en las últimas semanas. Los italianos necesitan certezas y un gobierno que gobierne», afirmó.
Según las encuestas de opinión, Salvini ganaría las elecciones con cerca del 36% y podría gobernar con otro partido más pequeño de extrema derecha, Fratelli d’Italia.
Pero generar una caída de gobierno podría tener un costo electoral, un riesgo que podría impactar negativamente sobre la Liga, según algunos observadores.