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Kurdos de Siria tienen pocas opciones ante ataque turco

El grupo kurdo más poderoso de Siria se debate por su supervivencia luego de que su aliado, Estados Unidos, le diera la espalda, allanando el camino para una invasión de Turquía, cuyos aviones de guerra, tanques y piezas de artillería cañonean su reducto en el norte del país.

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Fotografía: AFP

Los combatientes kurdos tienen pocas opciones. Podrían buscar el apoyo del gobierno del presidente sirio Bashar Assad y sus aliados Rusia e Irán, pero eso implicaría que sacrifiquen la autonomía que lograron en casi 30% del norte de Siria. Hasta ahora, las incursiones kurdas hacia Damasco han resultado infructuosas.

Si no, sus 60.000 combatientes, que fueron la principal fuerza terrestre en la campaña respaldada por Estados Unidos contra los milicianos de la organización Estado Islámico, tendrán que luchar hasta el último hombre. En la guerra contra el grupo EI, perdió unos 11.000 combatientes.

El operativo militar turco, respaldado con aviones de guerra y una extraordinaria movilización, ya atacó decenas de ubicaciones a lo largo de una franja de casi 320 kilómetros (200 millas) en la frontera entre Siria y Turquía. Los aviones de guerra y artillería turcos impactaron oficinas de inteligencia y cuarteles de la milicia kurda, silos de trigo y áreas residenciales.

A continuación, una revisión de las posibles opciones para los kurdos y el costo que tendrían que pagar por ellas:

Recurrir a Assad

Horas antes del ataque turco, funcionarios kurdos sirios indicaron que se acercaron a Damasco. Fue un desesperado llamado público en un momento en que los kurdos tenían su influencia más mermada.

Los funcionarios en Damasco condenaron el ataque inminente, pero su único mensaje a los kurdos fue que “escucharan razones”.

Los kurdos básicamente ignoraron al gobierno de Assad hace años en la cúspide de la guerra civil de Siria cuando el gobierno tuvo que sacar sus tropas del noroeste mayoritariamente kurdo para enfocarse en rebeldes en otras partes. Montaron su propio gobierno con un nivel de autonomía antes impensable, lo cual, hasta cierto punto, querrán conservar bajo cualquier acuerdo con Assad.

El gobierno de Assad ha insistido en que quiere recuperar el área kurda sin condiciones.

De forma estratégica, el operativo militar turco beneficia a Damasco y Moscú que, como Ankara, se rehúsan a ver una entidad kurda autónoma en el área.

Moscú siempre ha intentado alejar al grupo kurdo de Estados Unidos. No ha condenado abiertamente el ataque de Turquía _ ya que desde hace mucho intenta acercarse a Turquía _, pero ha exhortado a conversaciones entre Damasco y el grupo kurdo.

Cuando le preguntaron sobre las peticiones de que Moscú mediara entre el gobierno sirio y el grupo kurdo, el ministro de Exteriores ruso, Sergey Lavrov, respondió: “Veremos qué podemos hacer”.

Es más probable que Damasco tome ventaja del ataque kurdo para recuperar control de los recursos petroleros del país, la mayoría en el territorio controlado por los kurdos, según el Grupo Eurasia. Hasta ahora, no hay señales de que las tropas sirias intenten tomar ventaja de la ofensiva en el extremo norte para recuperar o entrar en áreas tomadas por los kurdos.

Damasco se inclinaba por “esperar y observar” a los kurdos, sobre todo después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el año pasado por primera vez su plan de retirarse de Siria, según funcionarios de la ONU que han seguido los intentos para una resolución final a la guerra civil.

Ahora los kurdos tienen una mano mucho más débil.

“Lidiar con el gobierno sirio y Rusia podría ser el camino para una resolución, pero no será la forma de frenar la ofensiva” de Turquía, dijo el alto funcionario kurdo Aldar Khalil a The Associated Press. La decisión repentina de retiro de Trump era “vergonzosa”, agregó.

Más concesiones

Los kurdos también podrían ofrecer más concesiones para llegar a un acuerdo con Estados Unidos que tranquilice a Turquía.

Turquía se ha opuesto enfáticamente a la estrategia de Washington de luchar contra el grupo Estado Islámico armando a los kurdos. Durante años, los observadores sirios dijeron que una confrontación entre los kurdos y Turquía era inevitable sin una resolución política.

Desde agosto, Washington y Ankara trabajaban en un “mecanismo de seguridad” a lo largo de la frontera que incluía patrullajes conjuntos entre Estados Unidos y Turquía, y un retiro de los combatientes kurdos. Ahora eso parece un fracaso porque Turquía lo tachó de un mero espectáculo.

Mayores concesiones podrían incluir sacar los cuadros ligados al Partido de los Trabajadores de Kurdistán o PKK _el grupo insurgente que Turquía considera una amenaza esencial_, eliminar armas pesadas y quizás incluir facciones de la oposición siria respaldadas por Turquía en la administración local, dijo Dareen Khalifa del Grupo de Crisis Internacional.

“Una nueva oferta de Estados Unidos a Turquía debería incluir un paquete de concesiones militares y políticas del (grupo sirio kurdo) a cambio de un alcance limitado de la operación”, dijo Khalifa. “Estas concesiones necesitarían combinarse con garantías estadounidenses inquebrantables para limitar la operación”.

Las posibilidades parecen alejarse más con el desarrollo del ataque.

Aun así, un alto funcionario kurdo todavía tenía esperanzas de que el Pentágono diera un giro a las cosas. “Es una amistad de años de trabajo conjunto. El Pentágono es un sólido partidario”, dijo el funcionario a AP bajo condición de anonimato para poder informar a la prensa.

Luchar o huir

En casi cinco años, los combatientes dirigidos por los kurdos han pasado de un grupo guerrillero a una fuerza más organizada al trabajar y entrenar con el ejército cumbre del mundo.

Son formidables, capaces de librar batallas urbanas y han jurado defender la zona fronteriza, el corazón de la población kurda de Siria.

Sin embargo, están en severa desventaja con la superioridad aérea de Turquía en una campaña que Ankara lleva preparando más de un año.

Una alternativa es mantener a sus combatientes más hacia el sur, adonde Turquía no tiene intención de llegar. Eso preservaría la mayor parte de su fuerza para luchar en otro momento.

Nick Heras, experto de los kurdos de Siria del New American Security, dijo que aunque los soldados de Estados Unidos se hicieron a un lado en el norte, Washington todavía pide a los combatientes kurdos que continúen sus operaciones para contraatacar al grupo Estado Islámico más al sur.

Sin embargo, agregó, si opta por eso, sería una “opción de último recurso”.

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