Avichai Mandelblit, procurador general, emitió una acusación formal de fraude, abuso de confianza y sobornos contra el primer ministro. Es la primera vez en la historia del país que se acusa penalmente a un primer ministro en activo.
Netanyahu rechazó todos los cargos y se ha declarado víctima de una cacería de brujas.
El fiscal general anunció el caso contra el primer ministro por la corrupción en diferentes casos.
El anuncio, muy esperado en Israel, llegó horas después de que el presidente del país, Reuven Rivlin, ordenó al Parlamento que encuentre un primer ministro, después de que ni Netanyahu ni su rival Benny Gantz lograran formar gobierno tras las elecciones de septiembre.
Netanyahu es sospechoso en tres casos distintos, incluyendo el «caso Bezeq», el más delicado para el mandatario, que acumula 13 años en el poder.
En el caso «Bezeq», la justicia sospecha que Netanyahu otorgó favores gubernamentales que podrían haberle reportado millones de dólares al jefe de la empresa de telecomunicaciones Bezeq. Con esos favores el político recibió una cobertura mediática favorable en uno de los medios del grupo, el portal Walla.