Internacionales

Rinden homenaje por 75 años de la batalla de las Ardenas

Setenta y cinco años después de la batalla de las Ardenas y Bélgica recordó a las decenas de miles de soldados muertos, en presencia de excombatientes y dirigentes de todos los países beligerantes.

75 años de la Batalla de Las Ardenas
EFE |AFP
Publicidad

Setenta y cinco años después de la batalla de las Ardenas, un conmovedor homenaje en Bélgica recordó este lunes a las decenas de miles de soldados muertos, en presencia de excombatientes y dirigentes de todos los países beligerantes.

Entre estos últimos, el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, dijo asumir la responsabilidad de estos terribles combates, en nombre de su pueblo.

«Con tristeza, me inclino ante todos estos muertos, víctimas del odio y de la furia que se originó en mi país», declaró durante la ceremonia en el memorial de Mardasson.

La batalla de las Ardenas fue la última ofensiva alemana de la Segunda Guerra Mundial, lanzada por sorpresa el 16 de diciembre de 1944, tres meses después de que Bélgica fuera liberada.

Nadie se esperaba este cerco que las tropas de la Wehrmarcht impusieron a los soldados estadounidenses de la 101ª División Aerotransportada, atrapados en Bastoña (sur de Bélgica).

Los combates, que se extendieron por toda una región sumida en un frío polar, duraron seis semanas hasta la victoria aliada a finales de enero de 1945.

Este lunes, por el 75º aniversario de la ofensiva, el memorial erigido en una colina de Bastoña en homenaje a los soldados estadounidenses asesinados, acogió una primera ceremonia.

Combates en 40 centímetros de nieve

Malcolm Marsh, un estadounidense que tenía 21 años de edad entonces, aprovechó la ocasión para recordar la dureza de los combates en unos buenos 40 centímetros de nieve.

Y para recordar el episodio de las sábanas prestadas por aldeanos belgas a los soldados estadounidenses para que pudieran camuflarse en un campo cubierto de nieve y alcanzar así las líneas enemigas.

«Tenía detrás de mí seis metros de sábanas blancas, parecía una novia», bromeó este excombatiente de 96 años de edad y oriundo de Alabama, sur de Estados Unidos.

«Es quizás la última vez que podamos ver veteranos de esta batalla con motivo de una gran conmemoración», destacó el secretario de Defensa estadounidense, Mark Esper.

El jefe del Pentágono, quien también fue miembro de los 101ª división durante la primera guerra del Golfo (1990-1991), es parte de las decenas de dirigentes extranjeros invitados a Bastoña por el rey de los Belgas, Felipe, y la primera ministra Sophie Wilmès.

Patton, junto a sus hombres

Esper acompañaría a continuación a la comitiva oficial a la segunda cita del día, el cementerio militar de Hamm, en Luxemburgo, donde reposa George S. Patton junto a unos 5.000 soldados estadounidenses.

El general, fallecido en diciembre de 1945 tras un accidente en Alemania, quería ser enterrado junto a sus hombres.

Patton es un héroe de las Ardenas, recuerda Mathieu Billa, director del Museo Militar de Bastoña.

El general llegó desde el este de Francia junto a sus hombres para ayudar a sus compatriotas rodeados por el enemigo. El objetivo alemán era entonces reconquistar el puerto de Amberes.

Y Patton, de 59 años de edad entonces, alcanza la gloria cuando consigue romper el cerco a los militares estadounidenses, a los que el ejército de Adolf Hitler pedía rendirse, explica Billa.

Una exigencia que días antes desechó el general estadounidense Anthony McAuliffe con un «Nuts» («¡Absurdo!»), una expresión que entró en la leyenda en Bélgica, encarnando la valentía y la determinación de nuestros libertadores, según el rey Felipe.

«Hay momentos en que hay que saber decir ‘No’, no al mal extremo que transmite una ideología de odio que ha blandido la superioridad de una raza sobre otra», añadió el soberano.

«Nunca más, por favor, no lo olviden», este credo marcó el homenaje.

«Esto es aún más importante en un momento en que los nacionalismos están recuperando su poder de seducción», advirtió Steinmeier.

Unos 600.000 soldados estadounidenses participaron en la batalla de las Ardenas, frente a unos 400.000 alemanes y unos 25.000 británicos, según Mathieu Billa.

Además de los 30.000 a 40.000 soldados muertos, los combates también dejaron unas 3.000 víctimas civiles, en los bombardeos o en las masacres cometidas por las Waffen-SS alemanas.

Publicidad
Publicidad