El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Mike Pompeo, defendió este viernes el rol de Luis Almagro como secretario general de la OEA porque cree en un multilateralismo que obliga a los países a tomar posición, en un momento en que el uruguayo busca la reelección.
Pompeo pronunció un discurso ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) antes de una gira por Latinoamérica y el Caribe, que comenzará el próximo lunes en Colombia y que incluirá escalas en Costa Rica y Jamaica.
El organismo, compuesto por 34 miembros activos, celebra el próximo 20 de marzo unas reñidas elecciones en las que Almagro concurre a la releección para el periodo 2020-2025, para lo cual debe conseguir 18 votos.
«El secretario Almagro es un guardián sin miedo frente a los regímenes autoritarios», dijo Pompeo.
La gestión de Almagro -muy alineada a Estados Unidos- rompió con algunas tradiciones arraigadas en el organismo de buscar consenso entre los países y ha generado críticas, entre ellas la de que ha atizado la polarización.
Almagro, que fue canciller durante el gobierno del izquierdista José Mujica, describe al presidente venezolano Nicolás Maduro como un dictador con todas las de la ley, dice que el expresidente boliviano Evo Morales dio un autogolpe al intentar quedarse en el poder y afirma que Cuba es la peor dictadura de todas.
El jefe de la diplomacia estadounidense lanzó una crítica velada al pasado de la organización diciendo que al principio de este siglo muchos países estaban más preocupados en construir consenso con los autoritarios que en resolver de verdad los problemas.
La semana pasada, el secretario de Estado dijo que Almagro era el líder que se necesitaba para que la OEA continúe abordando proactivamente los desafíos centrales que enfrenta la región.
Almagro y Venezuela
Almagro, un firme defensor de la política de las sanciones contra Venezuela y que pide a más países que se sumen a las restricciones económicas impuestas principalmente por Estados Unidos, defendió en un discurso previo a la declaración de Pompeo esta estrategia.
«Las sanciones que hemos promulgado contra funcionarios corruptos y criminales han sido clave para acrecentar la presión sobre la dictadura», dijo Almagro en referencia a la batería de acciones habilitadas tras la activación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) en septiembre, un pacto del cual la OEA es el organismo depositario del acuerdo.
Almagro enfrenta en su camino a la reelección a dos candidatos: la excanciller ecuatoriana María Fernanda Espinosa, que fue presentada por Antigua y Barbuda, junto con San Vicente y las Granadinas, y el diplomático peruano Hugo de Zela, avalado por su propio país.
Espinosa cuenta con una trayectoria importante en su país, donde fue canciller y también ejerció como ministra de Defensa y de Patrimonio, lo que completa con experiencia internacional como embajadora ante Naciones Unidas en Nueva York y Ginebra durante el gobierno del izquierdista Rafael Correa (2007-2017).
Su principal base son los países del Caribe, aunque también cuenta con el apoyo de otras naciones del continente, según fuentes diplomáticas.
En su viaje, Pompeo se reunirá en Jamaica con el primer ministro Andrew Holness y también participará en una mesa redonda con los cancilleres de Bahamas, Belice, República Dominicana, Haití, San Cristóbal y Nieves y Santa Lucía.
Por su parte, De Zela es un diplomático cuenta con una amplia experiencia dentro de la OEA.
Postulado por Colombia, Almagro no cuenta con el apoyo del actual presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, pero el jueves en la noche, el presidente electo del país, Luis Lacalle Pou, le llamó para expresarle su apoyo.
No es el caso de Espinosa, pues Ecuador prometió hace tiempo su apoyo a Almagro.
Según los estatutos de la OEA, se admitirán postulaciones hasta el mismo día de la elección, por lo que ese día, en un panorama fracturado y sobre todo si nadie gana en una primera vuelta, puede emerger otro candidato que logre convencer a 18 países o más.
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