Las protestas bajo la consigna «Black Lives Matter» (Las vidas negras importan) que estallaron en Estados Unidos con la muerte de George Floyd a manos de policías blancos comenzaron a menguar, tras anotarse algunos logros en la lucha contra el racismo y la brutalidad policial.
Los cuatro oficiales involucrados en la muerte de Floyd en Minneapolis el 25 de mayo fueron detenidos e imputados de cargos de asesinato o de complicidad.
Otros dos casos de muertes negras polémicas, las de Ahamud Arbery en Georgia y Breonna Taylor en Kentucky, han recibido un nuevo escrutinio, con arrestos en el caso de Arbery. Y legisladores de alto rango han aceptado la idea de que se necesitan reformas policiales profundas.
¿Por qué ahora es diferente?
Hasta ahora, el movimiento «Black Lives Matter», surgido hace siete años, era para protestar contra asesinatos policiales a negros, como el caso de Ferguson, Misuri, en 2014.
Esta vez, los impactantes videos que registraron la muerte de Floyd y de Arbery han demostrado el alcance del maltrato policial de los negros a un público más amplio, dijo Theodore Johnson, experto del Centro para la Justicia Brennan de Nueva York.
«Ahora las protestas están en todos los estados y territorios. Los participantes son de todas las edades, partidos y razas», dijo a la AFP.
La agitación creció por una confluencia única de eventos: los provocativos tuits del presidente Donald Trump que calificaron a los manifestantes como «anarquistas» violentos, y los confinamientos por la pandemia, que hicieron que el público esté más pendiente de las noticias y las redes sociales.
«Llegó justo en el momento correcto», dijo Mark Winston Griffith, director ejecutivo del Brooklyn Movement Center, un grupo activista liderado por negros en Nueva York.
«Si no estuviéramos encerrados y esta pandemia no existiera, incluso me pregunto si este momento hubiera sido posible», dijo, y sumó además «el fracaso total del gobierno, particularmente a nivel nacional».
¿Qué se ha logrado?
La cofundadora de «Black Lives Matter», Patrisse Cullors, dijo que ahora los estadounidenses fueron más allá del eslogan para comprometerse con la campaña de reforma estructural de la policía que los activistas reclaman desde hace años.
«El pedido de ‘Desfinanciar la policía’ se ha convertido en un clamor muy grande y rotundo», dijo Cullors en el programa de Trevor Noah en YouTube.
«Casi todas las llamadas que recibo de los medios son sobre eso. Así que estamos en el lugar correcto», dijo.
¿Habrá una reforma genuina?
La mayoría de las 18.000 jurisdicciones policiales en todo Estados Unidos se rigen localmente y, en muchas, los funcionarios han reconocido sus propios problemas reflejados en el caso Floyd.
En Minneapolis, hay un fuerte apoyo para una renovación radical de la Policía.
Los demócratas del Congreso propusieron el lunes un paquete de reformas a nivel nacional que busca «poner fin a la brutalidad policial, responsabilizar a la policía (y) mejorar la transparencia en la actuación policial».
Los republicanos y la Casa Blanca han amenazado con diluir la propuesta, pero también admitieron la necesidad de algunos cambios.
Johnson, del Centro Brennan, se mostró escéptico. Las propuestas de los demócratas «no son suficientes para crear un cambio transformador a largo plazo en todos los departamentos de policía de todo el país», dijo a la AFP.
¿Continuarán las protestas?
La ola de protestas está retrocediendo gradualmente, algo natural según los expertos. Pero ha dado poder a los activistas para seguir presionando por reformas estructurales, y para poner el foco en las próximas elecciones.
«Hay muchas personas como yo y mi organización que buscarán aprovechar este momento, y aumentar la presión, convertirlo en un cambio de política y poder en las urnas», dijo Griffith.
El activista por los derechos de los negros Al Sharpton dijo que se debe mantener la presión y ha pedido una manifestación en la capital de Estados Unidos el 28 de agosto, aniversario de la histórica marcha de Martin Luther King en 1963 en Washington.
«Creo que es un momento lleno de posibilidades» para obligar al gobierno a actuar, dijo a NBC News el miércoles.
¿Impacto en la elección?
El impacto potencial de las manifestaciones en los comicios del 3 de noviembre sigue siendo una pregunta sin respuesta, según Johnson.
La clave para el demócrata Joe Biden, probable rival de Trump, es la participación afroestadounidense.
Pero Johnson advirtió que la rabia no garantiza el voto de las comunidades negras.
«Tendrán que hablar con los votantes negros con mensajes de optimismo y esperanza», dijo a la AFP, subrayando que eso es mucho más movilizador que la ira.