Solo se sabe que tiene 53 años, era profesor de handball y vivía en General Pirán, una localidad del departamento de Mar Chiquita, provincia de Buenos Aires. Y así engañaba a sus víctimas: las contactaba en los grupos de Facebook en los que venezolanos buscan ayuda para emigrar. Les ofrecía un trabajo y pagar el coste del viaje. Pero una vez en Argentina, las encerraba y abusaba sexualmente de ellas.
«Ese hombre había conseguido activar la logística necesaria para que la chica, de 21 años, atravesara ilegalmente cinco fronteras, en una odisea que, lejos de conducirla a una tierra de libertad, la depositó en una vivienda en la que estuvo encerrada durante una semana, en la que fue sometida sexualmente cada día, hasta que logró pedir ayuda y fue liberada», dice el artículo de La Nación, publicado este 14 de junio.
Según el medio de comunicación sureño, una vez que se hizo público el caso, una mujer que vio el relato en un portal de noticias le avisó a una amiga: “¡Mirá, es lo mismo que te pasó a vos!”. Ese hecho ocurrió hace casi tres años, por lo que las autoridades argentinas creen que pueden haber más víctimas.
El acusado fue procesado por «captación, transporte y recibimiento agravado por el abuso de la situación de vulnerabilidad y por haberse logrado consumar la explotación, en concurso real con abuso sexual agravado por mediar acceso carnal». En su primera declaración indagatoria, negó los hechos y mantuvo la tesis de querer ayudar a la joven venezolana a conseguir trabajo. Luego, no quiso seguir hablando con las autoridades.
El criminal también dio a entender que había tenido relaciones con ambas mujeres, pero de manera consentida. No obstante, ambas víctimas también descartaron cualquier tipo de vínculo sentimental con su captor.
De acuerdo con La Nación, la venezolana, pudo escapar de esta pesadilla gracias a que tenía un celular y consiguió un cargador en la casa donde estaba detenida. Logró contactar a la policía, aunque no sabía dónde se encontraba. Sin embargo, Gracias a la aplicación de Google Maps, pudieron dar con el sitio.
Mientras que la segunda víctima, estuvo un mes retenida. Escapó en un descuido de su captor y se instaló en Buenos Aires. Había decidido permanecer en silencio, pero ahora sí acudió a la Justicia.
Desde la Fiscalía Federal N°1 de Mar del Plata se difundió un pedido para alentar a otras posibles víctimas de este mismo abusador a que se presenten ante la Justicia. O quien pueda aportar datos sobre los hechos ya conocidos u otros similares. Deben llamar al teléfono (0223) 451-1546 (internos 211, 212 y 214) o escribir al correo [email protected].