Gobiernos de Uruguay y Venezuela intercambian señalamientos e insultos
Delcy Rodríguez calificó de "lacayo" del "norte" al presidente uruguayo luego de que Luis Lacalle Pou dijera que lo que hay en Venezuela es una dictadura
Delcy Rodríguez calificó de "lacayo" del "norte" al presidente uruguayo luego de que Luis Lacalle Pou dijera que lo que hay en Venezuela es una dictadura
El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, instó a Venezuela a reflexionar si quiere «una democracia plena», luego de que la vicepresidenta de ese país Delcy Rodríguez lo llamara «lacayo» por decir que el gobierno de Nicolás Maduro es «una dictadura».
El rifirrafe se produce después de que Uruguay llamara el jueves a consultas a su embajador en Venezuela, Eber da Rosa, para informar sobre hechos que según las autoridades uruguayas «harían inviable» la celebración de elecciones libres en el país caribeño.
La principal rival de Maduro en los comicios previstos para este año, María Corina Machado, fue inhabilitada por 15 años para ocupar cargos públicos.
Consultado el domingo sobre la situación en Venezuela, Lacalle Pou dijo que «rompe los ojos que es una dictadura, que no hay elecciones libres», y recordó que ese día hubo «otra persona detenida injustamente», en referencia a la activista venezolana Rocío San Miguel, arrestada en Venezuela.
«El que no lo quiere decir por algo es, porque si ladra, tiene cuatro patas y muerde la cola, si alguien no me dice que es un perro, por algo será», continuó Lacalle Pou.
Tras estas declaraciones, la vicepresidenta venezolana Rodríguez lanzó el lunes una dura respuesta en la red social X.
«Tiene cara de lacayo, se dobla y mueve la cola cuando sus amos del norte le dan órdenes. Que alguien me niegue que es Lacalle Pou? Le valdría mejor atender los problemas del pueblo de Uruguay en lugar de inmiscuirse en los asuntos de Venezuela. El golpismo y extremismo no pasarán. Le duela a quien le duela. Venezuela se respeta!!», escribió.
La polémica no quedó ahí. Lacalle Pou le respondió por la noche: «Cuando se carece de argumentos se recurre al agravio», dijo a periodistas.
«Más que el insulto y el agravio, habría que hacer una reflexión sobre si se quiere una democracia plena o no».