Invasión en Ucrania

¿Qué hace un ruso que se opone a la invasión a Ucrania? Se va a Georgia

Georgia se ha convertido en un triste refugio para aquellos que, viviendo en Rusia, no están de acuerdo con Vladimir Putin. "No queremos terminar en la cárcel", explica uno de los exiliados. Pero a los georgianos no les gusta del todo y están pidiendo que les exijan visa

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Irakli METREVELI / AFP

Pocas horas después del inicio de la invasión a Ucrania, Roman Mijailov se fue de Rusia a Georgia, como muchos de sus compatriotas que se oponen al presidente Vladimir Putin y no quieren terminar en la cárcel.

Roman Mijailov, un ejecutivo de 25 años, explica que la ofensiva, que conmocionó a muchos rusos, es un punto de no retorno para sus compatriotas que se oponen a Putin.

Él es uno más de los tantos que huyeron para no sufrir las sanciones occidentales y la represión de las autoridades rusas.

«La mayoría de los rusos apoya a Putin y es muy difícil ser políticamente neutral», dijo a la agencia AFP.

«Estoy en contra de Putin. Así, el único futuro que tengo en Rusia es terminar en prisión», agregó.

Georgia es, desde hace años, un bastión de la oposición rusa en el exilio y uno de los pocos países donde los rusos pueden permanecer durante un año sin visa.

A su lado, Marina Boldyreva, una científica de 26 años, decidió transformar sus vacaciones en exilio cuando Putin anunció la guerra el 24 de febrero.

Un grupo de rusos se reúne en un bar en Tbilisi. Foto Vano Shlamov / AFP

«Es imposible vivir en Rusia. Habrá una crisis económica terrible», afirmó.

«Paria»

En la madrugada del 24 de febrero, Denis Siniakov, cineasta de 44 años, casado con una ucraniana, estaba filmando los frescos de una importante catedral en la ciudad de Vladimir, cerca de Moscú.

«Miré los frescos y tuve una sensación irreal: estaba en la cuna de la civilización rusa, pero todos mis pensamientos iban dirigidos hacia Ucrania», dijo a la AFP.

Denys Sinyakov sintió que no tenía moral para quedarse en Rusia. Foto Vano Shlamov / AFP

«Mi país atacó al país de mi esposa. No tengo el derecho moral de quedarme en Rusia», sostuvo al comentar que dejó atrás una casa nueva donde soñaba vivir con su pareja.

Sin embargo, no todos los exiliados rusos tienen la misma opinión sobre Putin.

«Apoyo totalmente a Putin. Hace lo que es bueno para los intereses de Rusia», dice Larissa Shoubova, frente a un cajero automático.

Pero, por más que apoye a Putin, huyó de Rusia. Esta empresaria de 55 años explica que lo hizo «temporalmente por precaución», ante la crisis que se avecina.

«¡Rusia ahora está marginada!», le responde Pavel Gruzdev, 34 años, que espera su turno para retirar dinero.

Georgianos reticentes

Los georgianos, por su parte, están divididos y en parte reticentes anta la afluencia repentina de rusos.

En Tiflis, hay manifestaciones cotidianas de apoyo a Ucrania, pero los georgianos temen que su país se convierta en el próximo objetivo del Kremlin.

Las manifestaciones a favor de Ucrania son constantes en Georgia. Foto Vano SHLAMOV / AFP

Miles de personas firmaron una petición en línea exigiendo visas para los rusos.

«Los que dicen que eso es rusofobia, ni siquiera pueden imaginar lo que es ser colonizado por Rusia», aseguró el reconocido escritor David Gabunia en Facebook.

Georgia, una antigua república soviética, sufrió una intervención militar rusa en 2008.

«Rusia no es Putin», afirmó por su lado Marina Boldyreva, que recordó que fue golpeada por la policía «durante las protestas contra Putin».

Pero muchos rusos ni siquiera saben que el ejército ruso está ocupando dos territorios georgianos, las repúblicas separatistas de Abjasia y Osetia del Sur, admite Boldyreva.

«Ya no somos bienvenidos en ningún lugar del mundo y eso será por mucho tiempo», Boldyreva.

«Somos parias, gente sin patria», agregó pesimista.

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