Mujeres

Feminidad en dos ruedas: así es la vida de las mujeres moteras en Venezuela

Las motos se convirtieron en su medio de transporte y su mundo. Juntas recorren Venezuela con adrenalina, entusiasmo y una visión cargada de amor por la velocidad. Estas son sus historias y cómo el recorrido en dos ruedas transformó sus vidas

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Daniel Hernández

Viento en la cara. Largas rutas. El sonido del motor a toda velocidad. La felicidad de viajar. Eso es lo que vive cualquier persona que ama andar en una motocicleta. El tiempo ha hecho que ese vehículo de dos ruedas se vuelva un símbolo de libertad que evoluciona con los años.

Por mucho tiempo las motos eran vinculadas únicamente a los hombres, sobraban clubes de motos donde las mujeres solo tenían un papel: ser parrilleras o acompañantes del conductor. Sin embargo, las cosas han cambiado. Las rutas del país ahora tienen más motos de alta cilindrada y varias de ellas son manejadas por mujeres terapeutas, médicas y maestras.

Pero casi en el anonimato, las moteras han recorrido con entusiasmo Venezuela y para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, El Estímulo cuenta sus historias y realidades.

Las Mambas Negras de Valencia , estado Carabobo. Foto: Daniel Hernández

Las Mambas Negras: mujeres que aman el rock con full velocidad

En la ciudad de Valencia se agrupan las «Mambas Negras». Llevan una actitud de rebeldía natural: son mujeres amantes del rock y el heavy metal. Estas damas de negrohan tomado la batuta dentro del rock underground de la ciudad.

Las Mambas ruedan a toda hora. Foto: Daniel Hernández

Jade Díaz, Estefany Ferrer y Yara Abreu se han preocupado por organizar eventos con bandas de metal desde hace años. El más popular se llama «Mambafest», que ya va por su cuarta edición. Son shows modestos, pero bien organizados: el sonido y el backline de primera siempre se les garantiza a las bandas invitadas. Además, cada una se preocupa por vender su merch (accesorios), pues el emprendimiento es un pilar de la agrupación.

Algo que tiene claro el grupo es que no intentan competir con los hombres. No los desafían, sino que demuestran que pueden hacer lo mismo porque tienen la capacidad de hacerlo y una motocicleta solo necesita buenos pilotos. Parte de su filosofía va ligada a que si bien el sistema de moto clubes fue creado por hombre, todo se transforma cuando una mujer lleva el volante.

«¿Te volviste loca?», «¿Eres lesbiana o te crees hombre?», esas son dos frases que suelen ser parte de su rutina.

«(…) Cuando se escucha el mal comentario, la ironía me blinda. Me vinculo con las motos por lo que representan: velocidad,independencia,empoderamiento y adrenalina», expresa Estefany Ferrer, quien forma parte de las Mambas Negras y aprendió manejar con una moto super life.

Por ahora solo cuentan con tres miembros, pero eso no impide que disfruten la ciudad de Valencia. Foto: Daniel Hernández

Otra Mamba es Yara Abreu, una terapeuta de lenguaje que tiene 24 años de edad y trabaja con niños desde hace tres años. Ella es sincera: no hay muchos terapeutas en Venezuela y por eso su trabajo casi siempre tiene movimiento.

La moto llegó a su vida por la necesidad de movilidad, pero se ha vuelto para ella una manera de vivir. Ama lamoto porque aprendióa manejar sola, a pulso, y ya cuenta dos años dentro de la agrupación.

Yara cuenta que el que hombre que le vendió la moto le habló de un club de moteras mujeres: las Mambas Negras. Al inicio no le prestó mucha atención, pero luego una exmiembro la invitó a un concierto aniversario y desde entonces el equipo de chicas se volvió una segunda casa, pero rodante.

Un día de rock en el estudio para grabar su programa de rock. Foto: Daniel Hernández

Jade Díaz, quien es líder de la agrupación, habla de la empatía y buena vibra que existe entre las Mambas: «¡Es única! Me encantaría ver más mujeres en nuestra actividad, pero nos une más el rock. No todas las mujeres a las que les gustan las motos, manejan».

Continua: «Está muy marcado que la mayoría de las mujeres que tienen esposos moteros, no se suelen ver al frente del volante. Son la parrilla del hombre y solo les interesa que la futura Mamba sea independiente en la actitud» afirma.

Este grupo ahora también produce un programa de radio llamado «Mambas on Rock», trasmitido por Planeta Radio, y cuyo contenido es rock hecho en Venezuela.

Las damas de acero RC: tan fuertes como su insignia

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Alas extendidas, color acero y una de labios rojos prominentes: así es la insignia de la libertad de Las Damas de Acero RC.

La insignia de las Damas de Acero en Caracas. Foto: Daniel Hernández

Verónica Domador es una de las fundadoras de esta agrupación conformada por mujeres, quienes desde hace dos años comparten muchas similitudes, algo que se ha convertido en una llave de entrada.

Domador explica que para poder ingresar al club se deben cumplir varios requisitos: ser una mujer luchadora, trabajadora, profesional, que ame su moto como un mecanismo de velocidad y libertad plena.

Para las «damas de acero, las motocicletas son fundamentales desde su adolescencia. Desde su perspectiva, son los años los que las convierten en mujeres que aprenden a asumir sus retos personales y profesionales con mayor responsabilidad, algo que ven reflejado en su control al manejar.

Disfrutan cada reunión. Foto: Daniel Hernández

Este club está formado por siete mujeres profesionales: una publicista, una médica psiquiatra,emprendedoras, diseñadora gráfica, una mecánica. Todas ellas listas para destacar dentro de una sociedad exigente.

El grupo comparte que las motos no son una limitación ni presión en cuanto al modelo, pero la sintonía sí. Las motos automáticas, que no suelen ser un común denominador en estos grupos, no son un problema: ellas salen todos los jueves y cualquier día planificado a rodar. Para las «damas de acero», las motos son una bendición.

Por ahora son siete miembros y esperan que otras chicas puedan compartir las rutas con ellas. Foto: Daniel Hernández

Juntas disfrutan el día, el aire y el sol. Se acompañan y han logrado una hermandad donde lo valioso es la solidaridad más allá de la carretera. Eso lo confirma Verónica, quien vivió un episodio delicado y recibió el apoyo de todas sus compañeras.

De copiloto a dueña del volante

Laura Torrealba es médico psiquiatra y tiene tiempo andando en dos ruedas. Su historia es particular, pues ella no inició como piloto de una vez, sino como la acompañante de su esposo.

Fue el tiempo lo que la llevó a tomar la decisión de tomar el volante. Poco a poco, aprendió a manejar moto de cambios. Su esposo la apoyó y ahora en el mundo de los clubes moteros es conocida como «La Maga».

«La Maga» ahora es piloto y lo disfruta al máximo. Foto: Daniel Hernández

La energía joven

La chica novel de la agrupación es Airys Salcedo, una joven diseñadora gráfica que antes rodaba sola. Muchas de sus rutas las hizo en Ecuador, donde disfrutó la velocidad de las carreteras por mucho tiempo.

Salcedo cuenta con gran alegría: «No sabes lo brutal que es conocer lugares diferentes en motocicleta». Para el momento de la entrevista, ella estaba por cumplir tres semanas con el equipo.

«¡Rodar con ellas es genial!», afirma Airys, quien ve con alegría la sorpresa de varios hombres que no asimilan que ella y sus compañeras logran dominar todos esos cambios y pesos.

La actitud y la sensación de libertad lo es todo. Foto: Daniel Hernández

El grupo es sincero: si toca hacer delivery, no se niegan. Si toca ir muy lejos, van. No se trata solo del paseo, sino de la red de apoyo que se crea a través del motor y la velocidad. Algo que suele mover su interés son las causas nobles. Por ejemplo, durante el mes de la Lucha Contra el Cáncer de Mama apoyan la actividad conocida como «La Ruta de la Lola», un movimiento para apoyar a mujeres sobrevivientes de la enfermedad.

¿Dónde ubicarlas?

Estas mujeres sobre ruedas pueden ubicarse a través de redes sociales como: @damas.de.acero_rc y @lasmambasnegras_19.

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