Opinión

Luis Enrique sigue buscando la fórmula

En el Real Madrid las estrellas siempre han sido los futbolistas mientras que en el Barcelona, que también ha gozado de muchos de los mejores intérpretes de este juego, son los entrenadores los que han marcado su identidad. Desde esa afirmación no hay sino que decir que hoy Luis Enrique, DT del equipo catalán intentó marcar su territorio y la apuesta le salió mal.

Publicidad
Foto: AFP

– Llegar al Santiago Bernabeu con cuatro puntos de ventaja es una tentación para todos aquellos que le huyen al riesgo, sin darse cuenta que el mayor riesgo de todos es no atreverse a salir de la zona de confort. Por ello es tan interesante analizar el primer golpe a la mesa del entrenador asturiano: Mathieu – el mejor marcador blaugrana- al lateral izquierdo, Xavi de inicio y, la mayor “guardiolada” de todas, Luis Suárez titular. Tres grandes cambios antes de un partido enorme, algo a lo que muchos se hubiesen opuesto.

– Mathieu entró para ser una especie de tercer central. Ante las dificultades de Daniel Álves para regresar a su puesto de lateral, Piqué, Mascherano y el francés se iban a encargar de resguardar el área de Claudio Bravo. Esto debido a que Jordi Alba, habitual de esa posición, hace carreras, mientras que el francés parece interpretar mejor las necesidades del equipo en situaciones adversas. Con algún partido de ensayo, la idea no salió del todo mal, por más que el publico se concentre en señalar a los defensas como culpables de cada ocasión de gol rival.

A pesar de los titulares periodísticos, la apuesta por Xavi fue toda una sorpresa,. Este Barça es un equipo que ha perdido la paciencia para ordenarse y desordenar al contrario, a favor de llegar rápidamente al arco rival, por ello, el de Terrasa no encuentra el contexto para desarrollar su juego. Asimismo el 6 no pudo o no supo ajustarse a las debilidades defensivas de su compañero Alves, quien sufrió mucho más de la cuenta en sus enfrentamientos con los atacantes blancos. Xavi ha sido un enorme futbolista, pero el tiempo pasa para todos y, por más que nos duela, el final de su carrera está cerca. Sus compañeros así lo sienten y por ello han abandonado la sana costumbre de recurrir a él cuando el barco hace aguas.

– Es en este punto en el que hay que hacer una pausa. Si el equipo cuenta con futbolistas como Busquets, Xavi, Iniesta, Messi y Neymar, ¿cual es la prisa? Esa contradicción trae como consecuencia que todos estos jugadores que menciono se vean mal, muy mal. Cuando un equipo vive en esa dicotomía no defiende o ataca mal, simplemente juega muy mal. El error de Iniesta en el tercer gol blanco es producto de la confusión que intento describir: un futbolista acostumbrado a pensar antes que a correr se ve obligado a correr 30 metros sin poder pensar. La presión alta que tanto le funcionó a este equipo era un arma que únicamente podía ejercerse cuando la totalidad de sus integrantes habían viajado juntos hasta determinada zona del terreno. Pero correr por correr, cuando el equipo cuenta con estos intérpretes, simplemente le facilita la vida al contrario.

Luis Suárez parecía ser la apuesta para el desequilibrio. Su calidad y su historia llamaban más la atención que el pequeño dato que sugería su prolongada ausencia competitiva. Hoy no fue ni chicha ni limonada. Hablando con un entrenador amigo durante la semana, le decía que la “guardiolada” no pasaba por ponerlo al uruguayo sino a Munir. Es un sinsentido discutir las calidades del ex Liverpool, pero los tiempos no jugaban a favor de esta modificación.

Este Barcelona ha desechado jugar a lo largo y ancho del terreno para concentrarse casi exclusivamente en el centro del campo. Cuando este equipo dominó el fútbol mundial se caracterizó por hacerse fuerte en ambos frentes. Ahora tiene a Daniel Alves que se arma un festival de centros sin sentido, pero nadie más. Jugar sin abrir la cancha le sirve al rival porque le permite intentar la recuperación del balón en una porción de terreno aún menor, más si este se llama Real y se apellida Madrid.

Dos batallas grandes ha tenido el Barcelona esta temporada y en ambas ha permitido tres goles. El rendimiento defensivo no es exclusivo de los defensas sino de todos los futbolistas, de la misma manera que atacar es una conducta que debe involucrar a todos. No se puede disociar ofensiva de defensiva, porque un equipo es mucho más que la suma de once individualidades. La sensación que queda es que este equipo aún camina en búsqueda de una identidad que hace un tiempo se le perdió. Ganará y perderá, pero hasta que no recupere su esencia no podrá mirar a los ojos a equipos tan extraordinarios como este Real Madrid. Después de esta dolorosa derrota algunos hablarán de planes alternativos como si eso existiese, por ello lo mejor que puede hacer el entrenador blaugrana es afianzar su idea y trabajar hasta el cansancio. De lo contrario, no será Xavi quien le toque las pelotas sino el juego mismo.

Publicidad
Publicidad