Opinión

San Nicolás verde (ni maduro, ni rojo)

San Nicolás es una de las leyendas más famosas del mundo. El santo que hoy relacionamos con la Navidad nació en la ciudad de Myra, en la actual Turquía y originalmente fue relacionado con un personaje de la mitología pagana que daba regalos a los niños durante la festividad del dios Saturno en el solsticio de invierno.

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El color de su ropa también tiene representaciones distintas. Antes de 1931, San Nicolás era representado vistiendo ropas de distintos colores. Aunque el verde era el más usado mundialmente, en cada país tenían su versión. Los franceses, por ejemplo, lo vestían de blanco y dorado. Pero después de 1931, cuando el pintor estadounidense de origen sueco Habdon Sundblum fue comisionado por la Coca Cola para un anuncio de Navidad, todo cambió. La poderosa multinacional lo vistió con sus colores y hasta hoy San Nicolás, en todas partes, viste de rojo y blanco. El poder de una empresa capitalista, expansionista y peor aún, del imperio, dirán algunos por por ahí, aunque se retraten y declaren frente a un símbolo tan capitalista, expansionista e imperial como el arbolito de Navidad…
Honestamente -y a la luz de los acontecimientos en los últimos dieciséis años en nuestro país- la verdad es que le he tomado tirria al rojo. Prefiero pensar en un San Nicolás vestido de verde, porque el verde es el color de la esperanza. Lo prefiero verde también, porque ya sabemos cuántas torpezas cometen los nicolases maduros…

¿Qué le pediría a San Nicolás?… Le pediría paciencia, más de la que ya tengo porque se me agota. Pero creo que es más lo que le pediría que se lleve y no que me traiga. Que se lleve a los hipócritas, pero sobre todo a los que jalan mecate. No soporto a un arrastrado, porque el daño que hacen es exponencial. Que se lleve a los mediocres, sobran en nuestro país. Ya copamos todas las cuotas, no podemos permitirnos el sobregiro. Que se lleve a los corruptos, si es posible para Ganímedes, o mejor aún, para Narnia. Que se lleve también a los que celebran, apoyan y no sancionan a los corruptos. Que se lleve a todos los jueces y fiscales en funciones en Venezuela. Que se lleve a todos los militares activos (a esos los puede tirar en un hueco negro).

Que se lleve las diferencias abismales que han dividido al pueblo venezolano. Que se lleve los resentimientos, los sectarismos y los fanatismos. Que se lleve el clasismo, el racismo, la homofobia y todos los “ismos” y fobias que no han hecho sino dañarnos.
Que se lleve toda la propaganda gubernamental, ya estamos hasta los tequeteques de las fotos de funcionarios vestidos de colorado y de los ojos esos que lo que dan es miedo.

Que se lleve la inseguridad, la inflación, la escasez. Que se lleve al gabinete ejecutivo entero. Que se lleve a su tocayo para el Polo Norte, y lo deje allá trabajando con los duendes (y que no le acepte reposos).

Que se lleve la violencia, para que nos arrope la paz. Que se lleve la intolerancia para que reine la armonía. Que se lleve el odio para que regrese el amor… Solo así podremos tener una Feliz Navidad.

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