El fotoerror de Nicolás
En esta era de los memes insantáneos, no hay lugar para poses reflexivas en países sumidos en la crisis. Las redes sociales no te perdonan un momento así.
Opinión
A las 9:39 de la noche del 14 de enero, la INGENIERO Jacqueline Farías, ministra de COMUNICACIÓN E INFORMACIÓN, publicó en su cuenta de Twitter una «reflexiva» foto del presidente Nicolás Maduro en Argelia que ha sido descuartizada con decenas de memes en internet.
@NicolasMaduro reflexiona a la orilla del mar en Argelia como han caído los imperios d todas las épocas…Venceremos! pic.twitter.com/r6tnKHRio1
— Jacqueline Faria (@JacquelinePSUV) January 15, 2015
Mientras miles de venezolanos hacen cola para comprar productos básicos, el presidente del país mira -como quien no quiere la cosa pero que está fotoposando- al mar, incluso sin que se le pueda distinguir claramente el rostro.
La in-house-fotógrafa de Elestímulo.com apunta que el sujeto de la toma (Maduro) está en la «zona aúrea», que es el sitio ideal para fotografiar a un sujeto en una composición. Sin embargo, corrige, no se observa claramente hacia dónde está mirando Maduro (bueno, es que eso de reflexionar la caída de los imperios es como…etéreo).
Pero ese no es el verdadero error. El error es dejar un espacio DESCOMUNAL para hacerle todos los memes de mundo a Nicolás Maduro. Su figura es el tercio izquierdo de la foto, dejando un terreno fértil para la creatividad en internet
Vale decir que la comunidad «no peló ese boche» y la creatividad llegó en todas las formas, desde Capriles «perrero» hasta en «portadas» de «chatarritas». Se entiende que los funcionarios gubernamentales estén desconectados de este escenario de las redes sociales, pero esto también demuestra que, a pesar de haber encontrado fórmulas (seguramente automatizadas) de colocar sus hashtags en el tope de las conversaciones, desconocen el poder de la ridiculización. Twitter ha costado candidaturas y carreras en el mundo de la política, del espectáculo y del deporte. O quizás ellos pregonan la filosofía de «no importa que hablen mal de mí, lo importante es que hablen».
Punto y aparte: La foto y su mensaje también demuestran la desconexión de un gobierno que «reflexiona sobre la caída de los imperios» en uno de los momentos más críticos de la economía nacional.
