Opinión

¿Hasta cuándo?

Ayer mi muro de Facebook fue protagonista y testigo de un intercambio de los que no quiero seguir viendo en Venezuela. ¿El motivo? Un video que coloqué del bis de la Orquesta Simón Bolívar dirigida por Gustavo Dudamel en el Palau de la Música de Barcelona, España.

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diablitos underwood

El tema del Maestro Abreu, Dudamel y El Sistema, desde el 12 de febrero del año pasado levanta roncha. Se repiten ad nauseam argumentos que a mi modo de ver lo que traslucen es un desconocimiento absoluto de lo que la obra significa. Cada día me convenzo más de que quienes así se expresan es porque no conocen lo que significa El Sistema. Y lo digo con propiedad, porque amigos míos que se quejaban de esas mismas cosas dejaron de hacerlo cuando los llevé y conocieron de primera mano el círculo de valores que el proyecto significa.

Yo lo defiendo porque lo conozco bien. Además, como educadora sé cómo un niño expuesto al orden, a la disciplina, al método, al espíritu gregario, a la solidaridad de grupo, a la excelencia, buscará excelencia en todo lo que haga en su vida, no importa que no sea músico. Lo que no se debe es perder la perspectiva.

Pero vuelvo al tema de mi muro en Facebook, porque me estruja el alma cada vez que pienso que los extremos se tocan. Un señor que aprecio, a quien conocí cuando Chávez cometió la locura de despedir a los más de veinte mil empleados de PDVSA –y él resultó despedido- escribió:

“Como botado de PDVSA, antichavista, antisocialista (del que se practica en Venezuela) y como acérrimo acusador de estos bandidos y ladrones, duele mucho que un artista de la talla de Dudamel apoye este gobierno mediocre y corrupto. ¿Cual es la diferencia entre Dudamel y Escarrá o entre Dudamel y la Fosforito?…”

¡Dios mío! ¡Comparar a Dudamel, que es una inspiración y un ejemplo para los jóvenes -y para los no tan jóvenes también- con Escarrá y la Fosforito es alienante! ¿En qué se diferencia quien dice eso de quienes tanto dice repudiar? ¿No era eso acaso lo que hacía Chávez? ¿Vamos a seguir apuntando hacia donde no es? Aquí el problema no son Abreu y Dudamel… Abreu y Dudamel son parte de la solución. Aquí el problema es el gobierno, claro que es verdad, pero somos también cada uno de nosotros, cuando queremos exigir de los demás lo que no damos, cuando tenemos oídos sordos para quienes no piensan igual… y los descalificamos. Sí, me duele. Me duele que alguien que sufrió lo suyo por haber sido injustamente despedido de PDVSA pueda querer que se acabe El Sistema –por el capricho de que sus directores tomen partido- para que casi medio millón de niños y jóvenes terminen en la calle, como ellos. Porque no me cabe duda de que así como Chávez los despidió a ellos, Maduro es igualmente capaz de despedir al Maestro Abreu y a su equipo… y díganme ustedes quién va a manejar El Sistema.

El intercambio mural terminó con ofrecimiento de golpes a mi pareja “para lavar con sangre la herida” porque le dijo “plañidera” y yo resté a un amigo, pues no puedo permitir que venga a decirme en mi muro que yo soy colaboracionista, cuando he demostrado -no solo con mis palabras sino con mi proceder- que estoy bien lejos de serlo.

Pero ésa desgraciadamente es la Venezuela de hoy en día: dividida, llena de odios, pases de factura, violencia, injusticias y palabras altisonantes. Nada que ver con el país en el que nací… ¿Hasta cuándo?…

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