1. Estoy absolutamente de acuerdo en señalar —y mis lectores han de saberlo o incluso presuponerlo— que lo hecho por la jueza Susana Barreiros es hondamente deleznable, una bajeza moral, un terrible acto de desacato a las leyes, corrupción de las más descarada. Lo peor de lo peor de lo peor.
2. Pero, con todo, y me van a disculpar, no puedo justificar, bajo ninguna circunstancia, las palabras de Patricia Poleo en su Agárrate del día 12 de septiembre.
3. Veamos. Suele ocurrir, los sabemos de sobra, que algunas personas gustan de usar insultos chocarreros. Éste o el otro es maricón, por ejemplo. Sí, siempre es más fácil, ¿no? Pensar trae sus dificultades, debatir es complicado, razonar, exponer argumentos. Insultar no, descalificar no.
4. Pero Patricia Poleo —vaya que es original la señora—, ha encontrado una nueva forma de insulto. Fulanito no es marico o marica, maricón o maricona… No, eso no basta. Patricia Poleo ha ido más allá y ha inventado al violado o a la violada.
5. A la jueza Susana Barreiros, según la periodista, la violaron hace unos años unos guardias nacionales. Tenemos pues que Susana Barreiros no es marica ni cachapera, tampoco meretriz. No, Susana Barreiros es una violada. La violadita pues.
6. Sí, entiendo que la señora Poleo quiso decir que Susana Barreiros es una persona de tan baja moral que, incluso habiendo sido violada, calló, es decir no denunció, porque le ofrecieron ser jueza (en ese entonces era tan sólo la secretaria de una jueza). Eso lo entiendo totalmente.
7. Pero caramba, no sé ustedes, aun así, eso que ventiló la señora Poleo me parece absolutamente despreciable. ¿Por la jueza? Sí, coño, por la jueza, quien también merece mi desprecio, vuelvo a aclarar.
8. Pero…
9. Pero…
10. No es que yo me pretenda el más correcto del mundo, el más ecuánime y supremo. Pero soltar así sin más al ámbito público, sin pruebas, que una mujer ha sido violada… es una bajeza.
11. Esa acusación es tan vil como la sentencia de la misma Barreiros.
12. En serio, no soy santo ni pretendo vivir en un nirvana eterno. Yo también me arrecho. Pero esto de la Poleo, por favor. ¿Qué tan lejos somos capaces de llegar? ¿Qué tan inhumanos nos podemos volver? ¿Esta señora Poleo se considera en serio luchadora de la libertad, defensora de los buenos, enemiga acérrima de los malos? Cuando uno dice una cosa como ésta, ¿de verdad está del lado de los buenos?
13. Por cierto, ¿la señora Poleo ha pensado en todas las mujeres que han sido ultrajadas? ¿Ha pensado cuánto pesa ese dolor en una mujer que realmente ha atravesado por tal situación? Es decir, está bien, no considere a la jueza Barreiros, ella es su enemiga, muy bien, pero, ¿y el resto de las mujeres que han vivido algo tan horrendo? ¿Es bonito eso? ¿Es gracioso, es JUSTICIERO que una mujer sea señalada como «violada»? ¿Eso es justiciero? Se le señala como violada, tal como si Susana Barreiros hubiese tenido la culpa de haber vivido tan terrible situación (en caso de que sea cierto), pero además se le acusa de maluca porque denunció su violación a cambio de un cargo de jueza. Me van a disculpar, pero eso es muy feo, muy vil, muy malo.
14. Y no sé si es verdad o mentira lo que dice la señora Poleo. Lo dice sin mostrar pruebas, eso sí. Pero en realidad no se trata de la verdad o la mentira. No, no se trata de eso.
15. Además, ¿para qué decir eso? ¿Acaso hace falta decir algo más de la jueza Barreiros.
16. Por cierto, en vista de que tanto se habla ahora de Leopoldo López, y se le dice además «Leopoldo», como si hubiese jugado metra con quien así lo llama, pues me permito decir una cosa: que yo sepa, «Leopoldo», en ningún momento, se ha expresado peyorativamente sobre quienes le adversan. Ni antes de su encarcelamiento ni por medio de esos videos o audios que se han colado de la cárcel y de los juicios. No puedo yo asegurar que López apruebe o no las palabras de Patricia Poleo. Eso no lo sé. No obstante, creo yo que flaco favor le hace esta señora diciendo estas cosas, cuando ni siquiera el mismo López ha hablado de esa manera.
17. Y quizás yo esté haciendo demasiada bulla. Poco se ha comentado el video de la señora Poleo, poco eco ha tenido. Menos mal. Debo decir que incluso llegué a pensar en no escribir estas líneas, pero desde que vi el video, y en la medida que fueron pasando las horas, me sentí cada vez más y más indignado. Tuve que hacerlo, disculpen, tuve que escribir esto.
18. Lo cierto es que no conozco a Patricia Poleo, no quiero tampoco conocerla. La señora Patricia Poleo no me representa como ciudadano opositor. Es más, tan poco me interesa relacionarme con ella que esto no es otra ridícula carta dirigida a alguien, en este caso a ella. No, estas 19 líneas no están dirigidas a ella. En realidad, las escribí para comunicarme con aquellos que, como yo, no pueden entender como gente que señala al chavismo por su falta de moral, hace cosas como ésta.
19. Al inicio de su programa Patricia Poleo habla de repudio. Pues yo, las palabras de ella, las repudio. Qué feo, de verdad, qué feo.
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