Opinión

A oscuras el occidente venezolano

Quien escribe padece en carne propia esta crisis eléctrica en su versión 2022, y la conclusión se asoma: estamos lejos de tener un país arreglado. Difícil imaginar que quienes justamente lo destruyeron sean capaces de protagonizar la reconstrucción

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Desde marzo de 2022, en los estados del occidente del país se han registrado continuos cortes eléctricos de hasta nueve horas diarias. Zulia, Táchira, Mérida, Trujillo, Barinas, Portuguesa, Apure y Lara han sido los estados más afectados durante esta nueva ola de apagones.

El tuit del colega periodista Alfredo Álvarez, que me sirve de entrada para esta nota, resume muy bien lo que se ha venido viviendo en los estados occidentales de Venezuela. A esto se suman bajones cotidianos en gran parte del país, incluida Caracas.

La crisis eléctrica, en esta fase año 2022, no sólo echa por tierra la tesis propagandística de que Venezuela se arregló, cosa que no ha ocurrido, sino que la nueva ola de apagones en estos estados pone en peligro cualquier posibilidad de crecimiento económico.

El ministro Néstor Reverol anunció a mediados de marzo que al concluir abril de 2022 estaría solventada la crisis eléctrica en el occidente venezolano. Estamos a mitad de mayo y ha quedado al desnudo el incumplimiento.

Por otro lado, al cerrar abril no hubo ningún aviso oficial sobre cuándo concluirá finalmente esta nueva etapa en una crisis eléctrica estructural, tampoco hay información de inversión oficial para recuperar la producción de energía en Venezuela.

En 1998, antes de que el chavismo llegará al poder, nuestro país era visto como modelo en generación y distribución de electricidad para el resto de países de América Latina. 

Una campaña en redes sociales lanzada por la ONG Caleidoscopio Humano, este 9 de mayo, permitió verificar denuncias de usuarios. Por ejemplo, en zonas rurales del estado Táchira, fronterizo con Colombia, padecen apagones de hasta 16 horas continuas, varios días a la semana.

“A mediados del 2021, cuando era candidato a gobernador del Táchira, el ahora gobernante regional Freddy Bernal anunció que se acabarían los apagones en la entidad, pero en este 2022 en realidad los cortes eléctricos se han agudizado”, denunció la periodista Yelimar Malaver Añez.

Fernando García desde Maracaibo, la capital de Zulia, confirma que varias zonas de esta otrora metrópoli petrolera padecen apagones de 8 horas al día divididos en dos cortes de cuatro horas cada uno.

En general los apagones ocurren sin anuncio previo. En varias ocasiones, en este 2022, que Corpoelec ha dado por adelantado el cronograma de cortes, pero en realidad -por lo general- los incumple.

Venezuela arrastra problemas con el servicio eléctrico desde 2007, cuando estaba Hugo Chávez en el poder. La problemática fue agravándose tras la llegada de Nicolás Maduro, y tuvo su clímax en marzo de 2019, cuando se produjeron mega apagones a nivel nacional.

En aquel entonces, la causa de los apagones fue una falla en la central hidroeléctrica de Guri, que ubicada en el estado Bolívar suministra el 60% de la energía eléctrica del país, lo suficiente para afectar el servicio en los 23 estados. El gobierno de Maduro esgrimió, como siempre, la tesis del sabotaje.

De fondo está el tema de la corrupción. Entre 2009 y 2010 se destinaron unos 2.500 millones de dólares para importar plantas eléctricas que sirvieran de respaldo en las grandes ciudades. Estos contratos se adjudicaron a dedo en momentos en que gobernaba Chávez. Trabajos de investigación periodística han determinado que buena parte de estos recursos terminaron en cuentas bancarias de paraísos fiscales.

De acuerdo con expertos, en su mayoría ex trabajadores de Corpoelec, las instalaciones eléctricas de Venezuela presentan deterioro, particularmente las centrales termoeléctricas que otrora conformaban el sistema de respaldo en temporadas de sequía o en caso de una avería en la hidroeléctrica principal.

El ingeniero Winston Cabas, presidente de la Asociación Venezolana de Ingenieros Eléctricos, ha asegurado que en este 2022 el sistema eléctrico venezolano presenta las mismas fallas que conllevaron al mega apagón nacional de tres años atrás.

Los cortes de electricidad prácticamente duplicaron en abril en comparación con marzo, según el Comité de Afectados por Apagones, un ente independiente que registra los cortes de luz y sus efectos en la población ante la falta de cifras oficiales. En abril hubo 11.138 interrupciones, mientras que en marzo se contabilizaron 6.855 fallas.

Se ven estas cifras, quien escribe padece en carne propia esta crisis eléctrica en su versión 2022, y la conclusión se asoma: estamos lejos de tener un país arreglado. Difícil imaginar que quienes justamente lo destruyeron sean capaces de protagonizar la reconstrucción.

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